La Fiscalía, a través del Eje Temático de Propiedad Intelectual de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, detectó un entramado criminal que ponía en riesgo la vida y la integridad de miles de pacientes que acudían al sistema de salud para recibir medicamentos para las denominadas enfermedades de alto costo.
Se trata de una red señalada de reciclar desechos hospitalarios, medicinas vencidas o descontinuadas; extraer las sustancias de las jeringas, envases y demás presentaciones; mezclarlas indiscriminadamente o rendirlas con agua destilada, harina y saborizantes; y finalmente darles la apariencia de un producto auténtico con cajas, registros, sellos y otras características nuevas.
El material de prueba indica que la organización ilegal obtenía los insumos tóxicos en diferentes centros asistenciales del país; mientras que los medicamentos fraudulentos los Comercializaba en droguerías e Instituto Prestadores de Salud (IPS) de Bogotá, Medellín e Itagüí (Antioquia), Cali (Valle del Cauca), Manizales (Caldas), Cúcuta (Norte de Santander) y Soacha (Cundinamarca).
Captura y judicialización
Investigadores del CTI, con apoyo del Ejército Nacional y peritos especializados, realizaron 19 diligencias de registro y allanamiento en Cali, Medellín, Cúcuta, Manizales y Bogotá. En los procedimientos fueron capturados 13 posibles integrantes de la estructura ilegal e incautadas 45 toneladas de medicamentos fraudulentos, insumos y otros elementos utilizados para la falsificación.
Durante las verificaciones los funcionarios encontraron cerca de 8.000 variedades distintas de productos farmacéuticos falsos, como analgésicos; tratamientos oncológicos y para el trasplante de órganos; medicinas para la diabetes, la hemofilia y otras enfermedades de alta complejidad.
Asimismo, hallaron un laboratorio de litografía con equipos industriales para fabricar cajas, logos, sellos y brillos de seguridad; y gran cantidad de frascos, etiquetas, tapas y piezas metálicas. Llamó la atención que algunos de los residuos hospitalarios encontrados en jeringas y envases de vidrio tenían muestras de sangre y gusanos, presuntamente iban a ser reutilizados.
Por estos hechos, la Fiscalía imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir agravado; corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico; imitación o simulación de alimentos, productos o sustancias; enajenación ilegal de medicamentos; y usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales. Los cargos fueron aceptados por ocho de los procesados.
Los investigados son: Elmer Fabio Cerezo Hernández quien, al parecer, compraba los desechos hospitalarios; Fabricio Alirio Chávez Muñoz, señalado falsificador de medicamentos; y María Alejandra Chávez Urrea, Francisco Javier Manrique Castro, Juan Carlos Giraldo Arango, Francisco Javier Núñez Sánchez, José Darío Núñez Sánchez, Álvaro Osorio Cardona, Carlos Horacio Gómez Osorio, María Carmelina Alzate Mejía, Cipriano Otalora Rincón y Milcíades Bohórquez Soler, que cumplirían diferentes roles en la cadena criminal.
Por disposición de los jueces de control de garantías, Fabricio Alirio Chávez Muñoz y Cipriano Otalora Rincón recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario; los demás deberán permanecer privados de la libertad en su lugar de residencia.