Entre octubre y abril, por su ubicación geográfica, Bogotá se convierte en hogar de aves migratorias gracias a la presencia histórica de ecosistemas de humedal y áreas verdes que, pese a la transformación y urbanización del Distrito, siguen facilitando hábitats adecuados y en buenas condiciones para su llegada.

En ocasiones la ciudad ha presenciado las rutas de migración de los gavilanes migratorios que pasan por la cordillera central, pero también es testigo de la llegada de aves migratorias pequeñas que la gente cada vez está notando más en los parques urbanos, en los humedales y en los bordes de la urbe como los cardenales y las tinguas azules.

Están a pocos días de llegar en busca de una mayor oferta de alimento y refugio como parte de su recorrido migratorio, fenómeno que se ha vuelto cada vez más notable y popular, pero que siempre ha estado presente en la vida turística y medioambiental de la capital. 

Sobre este hecho que atrae a miles de bogotanos, el biólogo y asesor científico de la EAN, Germán Andrade, dijo a EL NUEVO SIGLO que "las migraciones que vienen de Norteamérica y del extremo sur de Suramérica, que son migraciones hemisféricas de gran alcance y que abarcan miles de kilómetros, han existido desde antes que existiéramos nosotros. Pasan todos los años, son recurrentes y son las que más se han estudiado. Pero también hay migraciones locales menos estudiadas, como la de la tingua azul y existe menos certeza de por qué suceden. Son muy emblemáticas y dan pie a que se dé mucha educación ambiental y salvamento de estos animales”.

Enfatizando en cómo algunas aparecen todos los años y otras, como las migraciones de aves rapaces, son de carácter aleatorio, el biólogo añadió que Bogotá ha tenido casos muy interesantes de migraciones como la del Halcón Peregrino, un ave que estuvo en vía de extinción en Norteamérica, que se ha recuperado mucho, y que volvió a tener migración permanente a ciudades como la capital colombiana y Quito, la capital ecuatoriana.  

En torno a las migraciones hemisféricas de gran envergadura, con aves provenientes de Canadá y de Estados Unidos, el biólogo añadió que estas mismas son tenidas muy en cuenta no solo para los apasionados por el avistamiento, “sino también porque los servicios de seguridad de los aeropuertos están muy pendientes de su llegada, porque no son muy deseadas en los espacios de operación directa de aproximación de las aeronaves, pues representan un riesgo para la aviación”, sostuvo Andrade a este medio.  

“Siempre es una sorpresa. No lo es tan agradable para el manejo y el control de las proximidades del aeropuerto, en donde estas aves representan un riesgo, pero Bogotá tiene una ubicación privilegiada para recibir a esta inmensa variedad de especies”, agregó el biólogo, quien añadió que de hecho la terminal de El Dorado tiene un equipo “supremamente” competente para el manejo de estas migraciones, “que sigue estándares internacionales para disminuir el riesgo que ocasionan las aves en la operación de las aeronaves".

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La preservación 

Una de las aves que hace presencia en esta temporada de migraciones son las tinguas azules, que tras hacer largos trayectos llegan sobre todo a los humedales de la ciudad. Debido al agotamiento y al desgaste de los recorridos, muchas de estas aves padecen accidentes, ataques por parte de otros animales domésticos y otras son capturadas por personas inescrupulosas para tenerlas como mascotas.

“Es octubre y noviembre y empieza la temporada de aves migratorias en Bogotá y queremos pedirle a todos los bogotanos que estén muy atentos y nos ayuden a cuidarlas, particularmente nuestras tinguas que atraviesan Bogotá en búsqueda de lugares más calientes para finalizar el año. Si ve un ave en peligro llame a nuestros teléfonos o escríbanos y estaremos atentos a ayudarles a recogerla. Después de una etapa de recuperación la podremos liberar de nuevo para que siga su camino”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.  

La Secretaría de Ambiente viene realizando la campaña de recuperación de tinguas azules desde hace más de 20 años, tiempo en el que ha recuperado y rehabilitado las aves que han sufrido accidentes contra tejados, parques y diferentes estructuras del mobiliario de la ciudad.

Ahora, ¿por qué la atención especial a esta especie? Pues bien, de acuerdo con el biólogo asesor de la EAN esta es una especie muy común y muy frecuente de los llanos orientales y del Magdalena que se ha favorecido por la expansión de los cultivos de arroz.

Cuando esta especie migra y se topa con la ciudad, suele accidentarse mucho. “Por eso el Distrito siempre ha establecido reglas muy precisas para evitar que estos animalitos se mueran, para que puedan ser rehabilitados y eventualmente puedan ser regresados a los humedales de la ciudad y sigan su camino”.

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Recomendaciones de Ambiente

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, los ciudadanos que encuentren un ave migratoria deben evitar la manipulación directa, arrojarle objetos que puedan lastimarla, mantenerla en cautiverio o en calidad de mascota y mucho menos suministrarle alimento de manera forzada. 

La época migratoria incluye el último trimestre de cada año y el primero del siguiente, con picos significativos entre diciembre y febrero. Precisamente, durante la campaña anterior (octubre 2020-abril de 2021), la autoridad ambiental logró recuperar 2.439 tinguas, de las cuales 1.932 fueron liberadas de manera inmediata.

“Por favor estén pendientes si ven un ave en estas condiciones, lo mejor que pueden hacer si está en peligro o la ven debilitada es ponerla en una cajita con huecos para respirar, puede ser con un poco de agua con azúcar y arroz, puede ser crudo o cocinado, y mantenerla siempre alejados de nuestras mascotas”, agregó la secretaria Urrutia.

La tingua es un ave que habita humedales y zonas pantanosas, su pico es rojo con amarillo, la frente azul clara, las alas grises -que se van volviendo azules-verdosas en estado adulto-, y las patas largas y amarillas. Los especímenes juveniles son claritos y su lomo es café. 

Es de resaltar que durante la época migratoria se presentan picos, por lo que la Secretaría de Ambiente recibe cerca de 400 llamadas para advertir sobre la presencia de estos animales en alguna situación de riesgo.

Las personas que se encuentren tinguas azules también pueden llevarlas a las oficinas de la Secretaría de Ambiente en las terminales de transporte, entre las 8:00 a.m. y las 2:00 p.m. en el Sur, y entre las 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en Salitre, allí profesionales del grupo de Fauna Silvestre de la entidad podrán recibir los animales.

Asimismo, la Secretaría de Ambiente invita a todos los ciudadanos para que participen del Facebook Live que se llevará a cabo este jueves 28 de octubre, donde se hablará de las aves migratorias, su importancia, los riesgos a los que se ven expuestas, su paso por la ciudad y por qué se presentan estos recorridos migratorios.