Día tras día aumenta la posibilidad de que la definición del aumento salarial en 2021 para los trabajadores que devengan el salario mínimo sea determinada por el Gobierno a través de un decreto que se dictaría al final de este mes.
Si bien aún no terminan las sesiones de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, la eventualidad de un acuerdo entre voceros de los empleadores y los sindicatos es lejana.
La dificultad para dicho consenso quedó más patente ayer luego de que las partes pusieran sobre la mesa sus respectivas propuestas de aumento, que serán la base de la negociación.
Los empresarios, en cabeza de la ANDI, Asobancaria, Fenalco, Acopi y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), plantearon un ajuste a la remuneración básica del 2 por ciento. En ese orden de ideas, dado que hoy un salario mínimo mensual está en $877.802, el aumento propuesto por los empresarios sería de $17.556. El auxilio de transporte, que hoy está en $102.853, también subiría en el mismo porcentaje.
Según lo informado por el primero de estos gremios, los empresarios consideran que lo que más le conviene al país es crear empleos, recuperar los que se perdieron por la crisis derivada de la pandemia, mantener las plazas existentes y lograr crecimientos sostenidos de la inversión para seguir generando trabajo, así como lograr ganancias reales en los salarios de los asalariados.
Los voceros gremiales insistieron en que la situación que está viviendo el país en este 2020 es excepcional y las empresas, aunque han tenido el peor año de la historia, hacen lo posible por mantener los empleos.
En ese orden de ideas, la propuesta de los empleadores parte de la base de analizar variables como el crecimiento negativo de la economía y de la productividad. A ello se suma que las expectativas de recuperación pospandemia son inciertas.
Los empresarios justificaron su propuesta de aumento en las siguientes cifras: la inflación causada de noviembre de 2019 a noviembre de 2020 fue de 1,49%; la tasa de desempleo, pese a haber mostrado una recuperación, cerró en 14,7% a octubre pasado, 4,9 puntos porcentuales por encima de la tasa de desempleo en octubre de 2019 (9,8%). Adicionalmente, la tasa de informalidad, en el total nacional, presentó un indicador de 59,2% en el trimestre móvil julio-septiembre de 2020 y un valor de 47,2% para las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas.
De igual manera, los gremios trajeron a colación que la Productividad Total Factorial (PTF) contribuyó negativamente con -0,6% al valor agregado de la economía en 2020.
Y, por último, los empresarios señalaron que los pronósticos de variación en el Producto Interno Bruto (PIB) para el final de este año están, según el Ministerio de Hacienda, alrededor de -6,8%, que calificaron como la “peor caída anual del producto en la historia reciente de Colombia”.
“La definición del incremento de salario mínimo este año será especialmente compleja, tenemos la responsabilidad de pensar en los desempleados y en cómo generar más empleos en forma urgente. Es responsabilidad compartida de empresarios y de los representantes de los trabajadores”, precisó Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.
La otra orilla
Como es apenas obvio, los voceros sindicales descalificaron de entrada la propuesta de los empresarios y la señalaron de “indignante”.
“Consideramos dicha propuesta no solo mezquina con los trabajadores sino alejada de los requerimientos del país en estos momentos de crisis. Las cifras dadas por el DANE, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Trabajo y por organizaciones y especialistas en todos los sectores, diagnostican que la caída de la economía estuvo ligada a la caída de la demanda por la caída de los ingresos de los colombianos, que en el caso de los trabajadores del salario mínimo llegó al 12,2%, unos 13 billones de pesos. Recuperar esa pérdida con un incremento del 2% como el propuesto por los empresarios, tardaría unos 74 meses, es decir más de seis años”, señaló un comunicado del llamado Comando Nacional Unitario.
Agregaron que “en tiempos atípicos como los actuales, aferrarse a una inflación irreal como la que se anuncia, causada por la pérdida de la demanda y no por los controles del Banco de la República, y a una productividad negativa, cuyo cálculo no es reconocido por erróneo por el movimiento sindical, resulta atentatorio contra la posibilidad de un acuerdo”.
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Le insistieron al Gobierno nacional participar “con recursos de capital en todos los cinco componentes de la propuesta del movimiento sindical”. Agregaron que si ello se hace el Ejecutivo tendría una enorme responsabilidad en la posibilidad de un acuerdo.
Los sindicatos pusieron sobre la mesa su propuesta de aumento: elevar el salario mínimo a una cifra global de un millón de pesos, más un auxilio de transporte de 120 mil pesos.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, la oferta unificada de las organizaciones sindicales como piso para la negociación del salario del próximo año, se enmarcó en cuatro componentes: un salario básico para los trabajadores de 1 millón de pesos, más auxilio de transporte de 120 mil pesos; que el Gobierno Nacional asuma las nóminas de las micro, pequeñas y medianas empresas; una renta básica para los colombianos de menores ingresos o que no cuentan con ellos y la formalización de los contratistas en el sector estatal.
¿Y ahora?
Aunque el Gobierno, representado por el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, que preside la Comisión, insiste en que la idea es seguir intentando un acuerdo, la posibilidad de lograrlo es cada día más complicada.
Por el momento, esa cartera indicó que para los próximos días se plantearon reuniones bilaterales, mientras que la Comisión de Concertación, dando cumplimiento a su cronograma, citó para el lunes 14 de diciembre.
Si no hay acuerdo, entonces, el Gobierno tendrá que fijar el aumento vía decreto. Ya está claro que con una inflación que cerraría el año entre 1,5 o 1,9% como máximo, es imposible igualar el porcentaje del 6% que la Casa de Nariño autorizó como reajuste salarial en diciembre pasado para este año.
Lo cierto es que el presidente Duque es partidario de que el aumento esté por encima de la inflación, de forma tal que garantice que no haya retroceso en el poder adquisitivo del salario de los trabajadores que menos ganan pero sin que se presione aún más la delicada situación de las empresas.
Por lo mismo, se insiste entre los analistas que es muy posible que el incremento que autorice el Ejecutivo no vaya más allá del 3% o máximo un 3,5%. Algunos expertos consideran que se compensaría a los empresarios extendiendo en el tiempo algunos de los subsidios a la nómina adoptados al amparo del plan de contingencia para enfrentar la pandemia.