Aumenta el apartheid entre educación pública y privada | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Mineducación
Domingo, 1 de Diciembre de 2019
Mario F. Hurtado
Preocupa la crisis de los colegios de Bogotá. Se debe trabajar por recuperar la calidad y la imagen de tradicionales instituciones educativas de la capital.
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Las Pruebas Saber fueron publicadas la semana pasada por el Icfes; en ellas se presenta el consolidado de calendario A y B, y evalúa conocimientos, aptitudes de los futuros bachilleres colombianos en ciencias naturales, lectura crítica, matemáticas, inglés, ciencias sociales y ciudadanas. La Prueba es sin duda el mayor indicador nacional de la calidad de la educación escolar.

Los resultados de 2019 demuestran que la tendencia de la brecha entre colegios públicos y privados aumenta. De los 1000 mejores colegios del país sólo hay 87 públicos y entre los 100 mejores del país no existe ningún público. El mejor aparece en el puesto 126, la Institución Educativa Alexander Von Humboldt, de Barranquilla, que completa cinco años siendo el mejor colegio público del país.

Los resultados muestran la crisis de la educación escolar pública, y parece que se debe en parte a la decisión de recudir la exigencia ante la necesidad de cobertura. Hasta 1994 en Colombia se presentaba una prueba Icfes en quinto de primaria y se asignaban cupos a los mejores estudiantes para los mejores colegios públicos del país. Ese sistema consolidó a varios colegios nacionales, departamentales, técnicos, industriales y a los Inem entre las mejores instituciones educativas de Colombia. Pero la combinación del acceso a la escuela sin exigencia académica y los vacíos legales favoreció que muchos colegios se convirtieran en focos de problemas sociales, áreas inseguras y espacios para el microtráfico, en detrimento de la escuela participativa, incluyente y de calidad académica.

La crisis de Bogotá

Es una ironía que la capital del país donde se concentran la mayoría de las mejores universidades y los mejores colegios privados de Colombia, se encuentre mal en la educación pública. De las 87 instituciones que se encuentra en las primeras 1000, solo cinco están en Bogotá, con otro agravante de esas cinco, dos son militares es decir bajo la tutela de la secretaría de educación hay solo tres colegios.

¿Qué pasa con la calidad de la educación en la capital del país? La responsabilidad deben asumirla las últimas administraciones, entre ellas la actual Ministra de Educación, la política de calidad ha fallado, sobre todo cuando en los últimos cuatro años se decidió por un énfasis en las áreas básicas, es decir lo que evalúa la Prueba Saber, son cuatro años donde la capital del país, la que cuenta con mayores recursos, tiene colegios públicos de baja calidad.

La situación es más crítica cuando se ve que la conflictividad social y muchas de las áreas más peligrosas de la capital del país se encuentran alrededor de los colegios públicos. Una tarea para la nueva administración, trabajar en la calidad de la educación pública bogotana.

Departamentos que sacan la cara

Los mejores colegios públicos del país se encuentran en las regiones. Sobresalen algunos de tradición como el Colegio de la Universidad de Nariño en Pasto, El Loperena de Valledupar, el Técnico Nacional del Comercio en Cúcuta, la Normal de Barrancabermeja, el María Goretti de Mocoa, el Municipal de Pitalito y el San José de Bucaramanga, entre los 500 primeros. El Instituto Técnico Central es la mejor institución bogotana en el puesto 349.

Boyacá pierde el primer lugar, en número entre los 1000 primeros colegios del país. Ahora la región más destacada son los Santanderes, Norte con 15 instituciones educativas entre las primeras mil y Santander con 11. Atlántico, Valle y Nariño son los siguientes departamentos con mayor número de colegios públicos entre los 1000 primeros, 8, 7 y 6 respectivamente.

En el contexto del paro actual, donde una de las demandas es sólo educación pública sin hablar de calidad, se debe aprender de los errores. No podemos promover un apartheid en la educación superior como se hizo en la básica, donde los pobres van a los públicos y las clases media y alta a los privados, lo que aumenta las brechas sociales. Tenemos el deber de revertir eso, y hacer un esfuerzo con colegios públicos por recuperar su imagen, su calidad y hacer que vuelvan a ser instituciones aspiracionales y de reconocimiento.

*Especialista en educación