Los familiares de Alejandro León, un joven que fue asesinado en un bus de Transmilenio por robarle el celular, exigen respuestas y efectividad por parte de las autoridades, pues han pasado dos días después de lo ocurrido y no existe una sola pista de quienes fueron los responsables.
En horas de la noche del pasado domingo, Alejandro León iba con sus compañeros de trabajo en un articulado de Transmilenio rumbo a su hogar. El joven había salido de trabajar y tomó este medio de transporte a pesar de que no lo frecuentaba.
Al llegar a la estación de Molinos, al sur de Bogotá, un grupo de personas, aparentemente dos hombres y una mujer, ingresaron al vehículo e intentaron sacarle el celular. En medio de la situación, León forcejea con el presunto delincuente y este lo hiere en el cuello con un arma cortopunzante, a la altura de la vena aorta.
Los compañeros de trabajo del joven salen del bus junto con Alejandro y piden ayuda. Sin embargo, el joven muere debido a la gravedad de las heridas. De acuerdo con el relato de una testigo de la zona, los delincuentes huyeron de la zona a pie.
Andrés León, hermano de la víctima, asegura que no han recibido ningún avance de la investigación, según le informaron el domingo, el articulado en el que se transportaba Alejandro no contaba con cámaras de seguridad debido a que está desactualizado.
De igual forma, le dijeron que la estación de Molinos aún no cuenta con cámaras de vigilancia puesto que hace pocos meses se reinauguró. “Nadie se ha comunicado con nosotros, aseguraron que como hubo un día festivo pues toca esperar hasta hoy martes para iniciar lo que toca hacer”, señaló en entrevista para noticias Caracol.