Con 42 votos a favor ayer fue aprobado, en la sesión plenaria del Concejo de Bogotá, el Proyecto de Acuerdo número 270 de 2021, por medio del cual se promueve la actualización de la línea base de circulación de vehículos de transporte de carga, la renovación de la flota de transporte de carga y se dictan otras disposiciones, de autoría del exconcejal por el partido Cambio Radical, Yefer Vega.
Este proyecto de ciudad, que pasará a sanción de la alcaldesa Claudia López en los próximos días, tiene por objeto promover la modernización y la reducción de emisiones del parque automotor de carga con tecnologías de baja o cero.
De acuerdo con cifras que compartió el concejal ponente de este proyecto, el presidente del Concejo, Samir Abisambra (Partido Liberal), en Bogotá circulan alrededor de 67.146 vehículos de carga y en el país hay unos 400 mil camiones, de los cuales más del 46% tiene 20 años de uso y solo el 15% cumple con la norma actual de emisiones Euro IV.
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“El transporte de carga representa el mayor emisor de material particulado, con una participación del 38,3%. De acuerdo con la Universidad de los Andes, el transporte de carga es responsable del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero”, señaló ayer el concejal Abisambra, quien añadió que concretamente en Bogotá, se presentan 3.219 muertes al año atribuidas a la contaminación del aire urbano, generando costos estimados en 4,2 billones de pesos, que representan el 2,5% del PIB de la ciudad.
“Ante el impacto negativo de la mala calidad del aire y en específico ante el impacto de la contaminación del aire urbano en la salud, esta iniciativa adquiere relevancia, toda vez que es una contribución al segundo propósito del Plan de Desarrollo Distrital, el cual busca cambiar nuestros hábitos de vida para reverdecer a Bogotá y adaptarnos y mitigar la crisis climática”, manifestó el presidente del Concejo.
Por lo tanto, esta iniciativa es una herramienta que busca compromisos relacionados con la reducción de emisiones de material particulado y otros contaminantes; la disminución del número de muertes atribuidas a la exposición de concentración de dicho material, y que esto contribuya en el ámbito económico, ya que este tipo de medidas representa un ahorro en los costos asociados a los efectos de dichos contaminantes en la salud y la vida de los bogotanos.