En la madrugada del lunes, múltiples banderas y pancartas alusivas al Clan del Golfo aparecieron en diversos puntos de Barranquilla y el Atlántico.
Estos elementos fueron colocados en lugares como el Gran Malecón, la calle Murillo y varias vías terciarias del departamento, incluyendo el corregimiento de La Peña en Sabanalarga y la entrada a Pital de Megua en Baranoa, lo que parece ser una acción coordinada para demostrar la presencia del grupo criminal en la región.
El coronel César Sarabia, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que se han desplegado equipos especializados para investigar los hechos y desactivar cualquier posible amenaza. "Hemos avanzado en la investigación para la identificación de las personas que pretendían generar pánico en la ciudad instalado propaganda alusiva a grupos armados", aseguró.
En el Atlántico, el coronel Jhon Jairo Urrea, comandante de la Policía departamental, informó que están realizando un barrido exhaustivo con técnicos antiexplosivos para garantizar la seguridad de la población antes de proceder al desmonte de las banderas. "No podemos descartar (la presencia de explosivos) y, por seguridad de nuestros uniformados, preferimos hacer la revisión antes de retirarlo", enfatizó Urrea.
Estos incidentes se producen en un contexto de creciente violencia en la región, donde los asesinatos se han incrementado significativamente en los últimos meses, muchos de ellos vinculados a la disputa por el control de rentas ilegales como el narcotráfico y la extorsión. Según datos oficiales, en agosto se han registrado 37 homicidios en el Atlántico, de los cuales 18 ocurrieron en Barranquilla.
Analistas señalan que esta aparición de símbolos del Clan del Golfo podría estar relacionada con una estrategia de expansión del grupo en el Caribe colombiano, siguiendo patrones observados en otras regiones donde han consolidado su presencia.
El general José Luis Ramírez Hinestroza, jefe del Servicio de Policía Nacional, explicó en una reciente entrevista que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se les conoce, han empleado tácticas similares en otras zonas del país para conmemorar fechas significativas o enviar mensajes a las autoridades y a la población.
Las autoridades continúan trabajando en la identificación de los responsables, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en la región para prevenir nuevos actos de intimidación.