En compañía de los alcaldes de La Mesa, Marcela Londoño, y Anapoima, Camilo Andrés Ferro, el equipo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) recorrió varios sectores para evaluar las obras de la primera fase que concluyó en 2023 y priorizar las que deben acometerse para ofrecer una solución definitiva a los riesgos por crecientes y desbordamientos en puntos críticos en el río Apulo.
“Es urgente intervenir para evitar que el río siga socavando sus márgenes y poner en riesgo la vida de las comunidades y la infraestructura presente en los sectores más vulnerables”, señaló el directo de la Corporación, Alfred Ignacio Ballesteros, al tiempo que destacó la importancia de realizar intervenciones como el retiro de sedimentos y la conformación de taludes, en coordinación con las comunidades y los equipos técnicos, solo en los puntos críticos identificados.
Las opciones analizadas en la visita incluyen el uso de maquinaria propia así como de aquella que se pueda poner en marcha mediante convenios con los municipios afectados. Adicionalmente, se analizó la necesidad de que en las fases siguientes se lleven a cabo plantaciones en las zonas de ronda, para lo cual la Corporación anunció recursos del orden de mil millones de pesos para cada municipio, que serán ejecutados en colaboración con las juntas de acción comunal y los usuarios de acueductos locales en acciones de reforestación y recuperación.
“En alianza con Naciones Unidas, se asignarán $120 millones de pesos a cada junta de acción comunal para la restauración de las áreas afectadas. Lo que no se logre en este proceso será complementado con convenios adicionales con las alcaldías”, agregó Ballesteros.
En cuanto a la fase 2 del proyecto, el funcionario aclaró que no se avanzará hasta que se realice una mesa de trabajo con los contratistas y la interventoría para analizar el estado de avance de este proceso que corresponde a decisiones anteriores a la actual administración de la CAR.
“La solución la construiremos de manera participativa con las comunidades, bajo lineamientos técnicos y jurídicos claros. Aquí no se van a imponer proyectos”, puntualizó el director de la CAR.
Finalmente, hizo un llamado a ordenar el territorio bajo criterios de sostenibilidad, evitando la construcción de viviendas en las rondas del río, y solicitó al contratista devolver el material rocoso al cauce del río, como parte de las medidas para reducir los riesgos de nuevas afectaciones.