Un soldado profesional del Ejército colombiano ha muerto este sábado por la tarde tras la detonación de una de las minas instaladas por el grupo criminal del Clan del Golfo en una zona rural de Segovia, en el noreste del departamento colombiano de Antioquia.
"Con profundo dolor, rechazamos el cobarde asesinato de nuestro soldado profesional Diego Fonseca, quien murió por el efecto de un campo minado instalado por el Clan del Golfo para atentar contra la vida de la tropa y los campesinos de Segovia, Antioquia", han informado las Fuerzas Militares de Colombia en un mensaje en X, antes Twitter.
Otros dos soldados profesionales resultaron heridos por la detonación y han sido trasladados para recibir atención médica. "Continuamos firmes con el desarrollo de la Operación Fortaleza, con el propósito de proteger a los habitantes de esta región, con el despliegue de todas nuestras capacidades, atacando las amenazas a la población civil y la institucionalidad", ha concluido el comunicado militar.
Los militares estaban desarrollado operaciones para salvaguardar la vida e integridad de la población civil de la región en la que tiene presencia este grupo armado ilegal.
En las últimas horas ha habido combates entre militares y miembros del Clan del Golfo que suman ya cinco fallecidos tras las cuatro muertes de militares el pasado viernes.
Uno de los militares heridos el viernes, el capitán Javier Leal, salvó la vida gracias a que una bala le impactó en el teléfono móvil que portaba en el pecho.
Tras las últimas muertes, el presidente colombiano, Gustavo Petro, ha condenado estos actos que son la respuesta a las acciones que está adoptando el Gobierno para derrotarlos. "En esa misma medida, estos grupos van a accionar contra el Gobierno y la población. Es el efecto de una eficacia en la lucha contra la economía ilícita por parte de Gobierno", ha argumentado.
Además ha subrayado que el Clan del Golfo no mantiene ningún tipo de negociación con el Gobierno. "Nosotros vamos a responder. Si no son capaces de desmantelar a sus grupos, como hemos solicitado, simplemente serán destruidos por el Estado", ha advertido.
El nordeste de Antioquia es escenario de combates entre las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en alianza con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra el Clan del Golfo para controlar la extracción ilegal de oro que deja millonarias ganancias.
Este conflicto ha provocado desplazamiento de población en la Vereda Cañaveral de Chicamoqué y Mina Nueva, en el municipio de Santa Rosa del Sur, según fuentes citadas por la cadena W Radio.