Se ampliaron los criterios para la realización de pruebas rápidas fuera de laboratorios para la detección precoz de la infección por VIH como de otras enfermedades transmisibles como la sífilis, la hepatitis B y la hepatitis C.
En cuanto a las pruebas para detectar VIH, estas pueden ser ofrecidas a cualquier persona, con mayor énfasis en las que se evidencian factores de vulnerabilidad, tales como inicio temprano de la actividad sexual, relaciones sexuales sin protección, uso de sustancias psicoactivas, entre otros.
Sin embargo, estas pruebas rápidas no deben ser usadas en menores de 18 meses de edad expuestos al VIH, deben tener registro Invima vigente y una sensibilidad y especificidad del 99.5% o más.
Entre tanto, los testeos para detectar otro tipo de enfemedades como la sífilis, se precisa que pueden dar resultados reactivos en individuos que hayan tenido previamente la infección, por lo cual ante un resultado positivo siempre deben realizarse pruebas no treponémicas (VDRL o RPR), con el fin de establecer si se trata de una infección activa o no.
Mientras que las pruebas para hepatitis B, pueden ser ofrecidas a cualquier persona que evidencie vulnerabilidad ante la enfermedad, como es el caso de personas con múltiples parejas sexuales, con infección de transmisión sexual, quienes se inyecten drogas, contactos familiares de personas con la enfermedad, entre otros.
Y en cuanto a los testeos rápidos para la hepatitis C, toda persona de 50 años en adelante tiene derecho a esta prueba, así como quienes tienen antecedentes de transfusiones antes de 1996 y personas que se inyectan drogas, entre otros. Todo resultado reactivo deberá confirmarse con pruebas complementarias.
Es de mencionar que estas pruebas se realizan con muestras de sangre obtenidas por punción dactilar, pero también pueden realizarse con plasma o suero y otros fluidos corporales, según sean las indicaciones del fabricante.
En ese sentido, es importante tener en cuenta que no son pruebas que se pueda realizar la ciudadanía en sus hogares, pero sí se podrán realizar en entornos comunitarios y por una amplia gama de profesionales y personal auxiliar que trabaja en el sector salud previo entrenamiento en la toma y lectura de las pruebas.
Además, las pruebas rápidas son de fácil uso e interpretación, pocas veces requieren condiciones especiales de almacenamiento o transporte y como característica a recalcar, su resultado se puede obtener en máximo 30 minutos, lo que permitirá orientar inmediatamente a los usuarios de acuerdo a los resultados.
“La detección precoz ayuda en lo que se conoce como la gestión del riesgo, es decir que entre más temprano se detecte este tipo de infección, más prontamente la persona se podrá poner en tratamiento evitando complicaciones y previniendo que la enfermedad se pueda transmitir a otras personas”, dijo Ricardo Luque, coordinador del Grupo Sexualidad y Derechos Sexuales Reproductivos del Ministerio de Salud y Protección Social.
Para más información se invita consultar la Resolución 1314 de 2020 publicada en la página web AQUÍ