Para garantizar la articulación del proyecto con el sistema de movilidad de la ciudad, la estructura ecológica principal y el espacio público, la Alianza “Construyendo nuestra Séptima” reiteró la necesidad de adelantar una intervención urbana integral en el corredor de Transmilenio por la Carrera Séptima.

Tal como lo advirtió el pasado 22 de agosto, la Alianza considera necesario que la Administración implemente un mecanismo de coordinación interinstitucional para el proyecto que tenga, además del mejoramiento de andenes y la reorganización del sistema de movilidad, la mitigación de impactos para el desarrollo económico y social del territorio, el manejo ambiental de los cerros orientales y cuerpos de agua, la definición de normas para la revitalización y renovación urbana, así como la intervención de los bienes de interés cultural y del espacio público.

Para las entidades que pertenecen a esta Alianza, aún hay incertidumbre frente a las características definitivas del Proyecto Transmilenio por la Carrera Séptima que se va a construir en ese corredor histórico y emblemático de la ciudad.

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Condiciones

El pronunciamiento de la Alianza “Construyendo nuestra Séptima”, conformada por la Cámara de Comercio de Bogotá, la Veeduría Distrital, Bogotá Cómo Vamos, Corposéptima, la Universidad el Bosque y la Pontifica Universidad Javeriana, se hace luego de la publicación de los pliegos de condiciones para “la construcción para la adecuación al sistema Transmilenio de la Carrera 7 desde la Calle 32 hasta la Calle 200, ramal de la Calle 72 entre Carrera 7 y Avenida Caracas, patio portal, conexiones operacionales y demás obras complementarias, en Bogotá D.C.”.

Sobre los términos específicos del proyecto establecidos en el pliego de condiciones publicado por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) el pasado 22 de octubre, la Alianza plantea algunas preocupaciones relacionadas con los estudios y diseños, puesto que se le permite al contratista alternativas que van desde acoger los puestos a disposición por el IDU hasta presentar unos nuevos, lo cual genera más incertidumbres que certezas sobre el proyecto.

Igualmente, se advierte el riesgo frente a la posibilidad de iniciar actividades sin contar con la totalidad de predios requeridos para la obra, hecho que puede impactar en los tiempos de ejecución previstos. De hecho, el proyecto de pliego de condiciones permite, incluso, adelantar obras de construcción durante la etapa de mantenimiento.

Iniciativa

Por lo anterior, la Alianza considera necesario que el Distrito aclare si el proyecto será ejecutado como una iniciativa integral articulada a su área de influencia, a la ciudad en su conjunto y a la importancia del corredor en donde se desarrolla; en el marco de lo cual se deben tener en cuenta elementos asociados a movilidad, como la generación de oportunidades de desarrollo económico, la protección del medioambiente y el cuidado del espacio público.

De la perspectiva anterior y teniendo en cuenta las características de la Carrera Séptima, para la Alianza es fundamental que se asegure la incorporación de elementos innovadores en todas las dimensiones señaladas que diferencien este corredor de las troncales construidas hace más de quince años.

Así mismo, la Alianza hace un llamado a la Administración Distrital para disponer de un flujo de información clara, oportuna y pertinente a las organizaciones y a la ciudadanía en general, sobre los estudios y diseños definitivos, al igual que sobre los tiempos y avances en el proceso licitatorio, lo que para los miembros de la Alianza contribuiría a fomentar un control social efectivo, la apropiación ciudadana del proyecto y al mejoramiento en la toma de decisiones de diversos actores en las diferentes fases del proyecto.

Dado que la fase de estudios y diseños es la primera de varias etapas de esta intervención urbana, las entidades de la Alianza recomiendan a la Administración ampliar sus canales de información y participación, tanto en esta fase como en las siguientes de contratación, ejecución y posterior sostenibilidad, asegurando el acompañamiento ciudadano en el desarrollo de todo el ciclo del proyecto.

Mejor información y participación permitiría generar confianza y certidumbre sobre el desarrollo del proyecto, en cuanto existe certeza del tipo de intervención que finalmente se llevará a cabo, y claridad sobre las estrategias que permitirán gestionar los retos que el proyecto presenta en su fase actual y en las subsiguientes.