La marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo en el país, pues alrededor de 800 mil personas entre 12 y 65 años la han consumido en el último año, es decir el 3,4% de la población.
Así se desprende del Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas que realizaron en 2019 el Ministerio de Justicia y el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).
Según el informe, se advierte que 8,3% de las personas encuestadas declara haber consumido marihuana al menos una vez en la vida (12,3% hombres y 4,6% mujeres).
El informe agrega que aproximadamente 47% de los consumidores de marihuana son personas que tienen entre 12 a 24 años, es decir adolescentes y jóvenes.
Así mismo, señala que el alcohol es la sustancia legal de mayor uso en el país, con un 30,1% de consumo en las personas encuestadas.
“Esto equivale aproximadamente a 7.1 millones de personas que han consumido bebidas alcohólicas en el último mes. El consumo de alcohol está muy generalizado, con la problemática de que inicia a edades muy tempranas”, explicó el ministro de Justicia, Wilson Ruiz Orejuela.
Según dijo, la mayor tasa de uso de alcohol en el último mes se presenta entre los adultos de 25 a 34 años con el 39,7%, los jóvenes de 18 a 24 años presentan un consumo del 38,3%. Los adolescentes de 12 a 17 años son quienes menor tasa de consumo presentan, del 12,1%.
También se identifica consumo de otras drogas como cocaína, basuco, heroína, éxtasis y en general múltiples sustancias tóxicas, lo cual multiplica el riesgo para la salud y la vida de las personas.
Para el funcionario, “es importante generar conciencia a los ciudadanos del impacto que las sustancias psicoactivas generan a los jóvenes y adultos.
Con este objetivo el Ministerio de Justicia realiza periódicamente estudios para identificar la situación del uso de drogas en el país”.
Ruiz Orejuela explicó que “la evidencia científica indica que el involucrarse en la vida de los hijos es una manera eficaz y oportuna para prevenir el consumo, mantener una comunicación segura, cálida, pero no punitiva con los hijos. Compartir tiempo juntos, educar con el ejemplo, son las herramientas más efectivas que pueden utilizar los padres o personas adultas que están alrededor y a cargo de niñas, niños y adolescentes para así prevenir el consumo de estas peligrosas sustancias psicoactivas”, aseguró.