Al menos cuatro niños indígenas murieron el último mes en el noroeste de Colombia por falta de comida y medicina, debido a que las comunidades donde viven están confinadas por combates entre la guerrilla ELN y la mayor banda narco del país, informaron este jueves fuentes oficiales.

La falta de alimentos y medicamentos ha "desencadenado la muerte de los menores" en el empobrecido departamento del Chocó, dijo a la AFP el defensor del pueblo regional, Luis Murillo.

El total de menores fallecidos podría ascender a ocho, según fuentes locales citadas por el gobernador departamental, Jhoany Palacios, quien advirtió de la dificultad de acceder a la zona en disputa.

Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo además han dejado a cerca de 5.000 personas incomunicadas en las comunidades de Carmen del Darién, Riosucio y Bojayá, agregó el defensor.

Cercana a la frontera con Panamá, la región es el epicentro de una disputa territorial entre el ELN, reconocida como la última guerrilla de Colombia, y el Clan del Golfo, la mayor banda narcotraficante del país que surgió de paramilitares de ultraderecha desmovilizados en 2006.

Ambas organizaciones se enfrentan para controlar una zona en la que antes operaban las poderosas FARC, que dejaron las armas y se transformaron en partido en 2017 tras un histórico pacto de paz.

El selvático Chocó es uno de los puntos estratégicos de salida de cargamentos de cocaína que parten del Pacífico colombiano hacia Centroamérica y Estados Unidos.

También es un corredor para migrantes que atraviesan Colombia con rumbo a Centroamérica, generalmente con destino a Estados Unidos.

Aunque aliviada por el acuerdo con las FARC, Colombia vive un conflicto armado que durante más de cinco décadas ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcotraficantes, con saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.