Cruentos relatos hicieron una docena de miembros del Ejército Nacional en una audiencia de reconocimiento de verdad ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), sobre su participación en ejecuciones extrajudiciales que le costaron la vida a más de un centenar de personas en la costa Norte, para hacerlos aparecer como subversivos muertos en combate.
La primera jornada de la diligencia tuvo lugar en Valledupar y proseguirá hoy con los 12 uniformados integrantes del Batallón La Popa, en el marco del Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado.
Los 12 imputados ya hicieron un reconocimiento por escrito. Sin embargo, hay tres imputados más que no reconocieron su responsabilidad, por lo que no estuvieron en la audiencia y ahora se enfrentan a un proceso en el que, de ser hallados culpables, les espera una sanción hasta de 20 años de cárcel.
Según los hallazgos de la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP, 127 personas fueron asesinadas y presentadas como bajas en combate en el norte de Cesar y sur de La Guajira entre enero de 2002 y julio de 2005 por estos miembros del Batallón La Popa.
En la apertura de la diligencia el presidente de la JEP, magistrado Eduardo Cifuentes, se preguntó "¿dónde estábamos mientras se cometían estos actos bárbaros, estos crímenes de lesa humanidad y de guerra? ¿Por qué los toleramos durante tanto tiempo, por qué se repiten?".
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En la audiencia participaron los familiares de las víctimas, quienes vienen de diferentes municipios del norte del Cesar y el sur de La Guajira.
Rocío Escorcia, hermana de Jhon Jader Escorcia, asesinado luego de ser entregado por paramilitares, pidió un minuto de silencio en homenaje a la señora María Otilia, "una guerrera que me acompañó en mi lucha, una madre que nunca cedió en la búsqueda de su hijo", dijo.
El soldado profesional Yeris Andrés Gómez, quien hizo parte del grupo especial Zarpazo, reconoció su responsabilidad en los crímenes que le imputó la JEP.
Gómez relató cómo en octubre de 2002 en una hacienda hubo un enfrentamiento con un grupo paramilitar donde, con conocimiento de los comandantes, dieron tiros de gracia a combatientes que habían quedado heridos y asesinaron a otros nueve que habían capturado vivos.