Los esfuerzos de científicos y autoridades de México para salvar a la vaquita marina de su casi inminente extinción sufrieron un duro revés con la muerte del primer ejemplar capturado apenas el sábado pasado y que tenía altas posibilidades de reproducirse en cautiverio, informó el gobierno.
“Nos entristece informar que la vaquita marina rescatada ayer sufrió complicaciones y lamentablemente falleció”, lamentó en Twitter el secretario mexicano de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano.
Con una población total en el mundo de unos 30 ejemplares solamente, la vaquita marina, la marsopa más pequeña del mundo, habita únicamente en el alto golfo de California, al noroeste de México.
Su población ha disminuido drásticamente al morir atrapada en las redes que se usan para capturar a la totoaba, cuya vejiga natatoria o buche seco se vende en Asia, principalmente en China, para usos medicinales, a pesar de las restricciones gubernamentales.
El gobierno mexicano, junto con científicos y expertos internacionales, inició el 12 de octubre pasado una operación para rescatar a las vaquitas que quedan y reubicarlas temporalmente en El Nido, un santuario marino creado para reproducirlas en cautiverio.
Desde entonces, el 20 de octubre se atrapó a un ejemplar pero fue devuelto porque los expertos consideraron que era demasiado joven y no debía ser separado de su madre.
Los científicos finalmente recogieron en las aguas del Golfo de California un hembra en edad reproductiva que la hacía perfecta para arrancar en firme el “ambicioso” y “riesgoso” programa de conservación de esta especie, llamada “el panda del mar”, por los aros negros alrededor de sus ojos.
Devastación
Pero las esperanzas se derrumbaron en menos de 24 horas. “Nunca antes hubo un esfuerzo similar. Seguimos comprometidos con salvar a la vaquita de la extinción”, añadió el ministro en Twitter.
Para saber las causas de su muerte, habrá que esperar los resultados de la necropsia.
El Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), que diseñó y participa en el programa, reportó también el trágico desenlace de ese ejemplar, que es muy raro atisbar en libertad.
“Todo el equipo de rescate está desconsolado por esta devastadora pérdida”, expresó en un comunicado el CIRVA.
“Ningún proyecto de conservación” como este, destacó ese organismo, “se ha hecho antes, y la operación entrañaba un riesgo significativo. Sin embargo, los científicos estuvieron de acuerdo en que el riesgo de extinción por mortandad en redes de pesca era mucho mayor que el riesgo de los esfuerzos de rescate”.
Un riesgo necesario
Desde el momento de la captura, la vaquita estuvo bajo constante cuidado y observación de su salud.
Pero poco a poco, los veterinarios de mamíferos marinos que monitoreaban la salud de la vaquita “notaron que la condición del animal comenzó a deteriorarse y tomaron la determinación de liberarlo. Este intento no tuvo éxito y todas las medidas para mantenerlo con vida fueron aplicadas”, relató.
El riesgo de perder una vaquita “durante las operaciones de campo siempre se reconoció como una posibilidad, pero se determinó que era inaceptable observar cómo desaparecía sin un heroico intento de rescate”, resaltó el CIRVA.
El gobierno prohibió definitivamente el uso de las redes de enmalle usadas para capturar a la totoaba y en la que usualmente las vaquitas quedaban atrapadas, una decisión que fue aplaudida por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, sigla en inglés), que en mayo advirtió que la vaquita podría extinguirse en 2018.
Pero la pesca ilegal sigue perpetrándose, sobre todo en las noches, burlando incluso patrullajes nocturnos de la Marina Armada de México, que ha recurrido al uso de drones.
Un kilo de vejiga natatoria de la totoaba, que se consume en sopa, se cotiza en unos 20.000 dólares en los mercados negros de China y Hong Kong, lo que le ha ganado el mote de “la cocaína acuática”.
El CIRVA, el resto de los expertos que participan en el programa y el gobierno “revisarán cuidadosamente los eventos de las últimas 24 horas y determinarán la mejor manera de proceder” frente al riesgo de que la vaquita marina desaparezca del planeta.
La vaquita marina, con apenas unos 30 ejemplares, una especie endémica de México, podría extinguirse en 2018 si no se toman acciones urgentes, mientras que un plan gubernamental para rescatarlas supone “altos riesgos”, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).