Un matrimonio y tres de sus hijos murieron este martes en un enfrentamiento con hombres armados que irrumpieron en su vivienda en un municipio del estado mexicano de Guerrero (sur), informó la policía municipal.

También este martes fueron hallados nueve cadáveres en el área metropolitana de Monterrey (noreste), la tercera mayor ciudad de México.

En el enfrentamiento de Guerrero, "se encontraron dentro de su vivienda los cuerpos sin vida de un matrimonio y sus tres hijos" de 28, 23 y 18 años, dijo a la AFP un portavoz de la Policía Municipal de Atoyac de Álvarez, un municipio ubicado a 85 kilómetros del balneario de Acapulco (Guerrero).

Los hombres armados que asesinaron a estos cinco familiares prendieron fuego después a la vivienda, explicó el funcionario, que pidió el anonimato por seguridad.

Otra hija del matrimonio, de 13 años, y una nuera lograron huir durante la balacera.

En el mismo municipio de Atoyac de Álvarez (unos 21.400 habitantes) se habían encontrado el domingo los cadáveres de otros cinco hombres, atados de pies y manos y con heridas de armas de fuego.

El estado de Guerrero es uno de los más afectados por las disputas entre grupos del crimen organizado por el control de las áreas de cultivo de drogas ilegales, las rutas de tránsito hacia Estados Unidos y los mercados de consumo en México.

En esa región, una de las más pobres e indígenas del país, se han conformado desde principios de año diversos grupos armados que se presentan como "autodefensas" y dicen defender a sus comunidades del acoso de la delincuencia. También ha sido escenario en las últimas semanas de multitudinarias protestas de profesores contra una nueva reforma educativa.

En el norte del país, autoridades localizaron nueve cadáveres cerca de Monterrey, de los cuales siete estaban enterrados en una fosa clandestina y otros dos en la superficie del mismo lugar, informó un funcionario de la fiscalía del estado de Nuevo León.

La fosa fue ubicada en el municipio de Juárez, situado al norte de Monterrey en un territorio disputado por los cárteles del Golfo y los Zetas, anteriormente aliados y que desde 2010 mantienen una feroz disputa en el norte y noreste de México.

De acuerdo con el gobierno de México, los homicidios se han reducido más de un 14% en el país desde la toma de posesión del nuevo presidente Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre.

En un evento público celebrado este martes en Monterrey, Peña Nieto consideró como "alentadoras" esas cifras oficiales pero reconoció que la mejora no está "generalizada" en todo el territorio mexicano.

AFP