Con las manos en la masa para construir monumentales estadios, las 12 sedes brasileñas que recibirán el Mundial de Fútbol en 2014 tienen como objetivo brindar un buen espectáculo en escenarios deportivos respetuosos del medio ambiente.

Por recomendaciones de la FIFA, todos los estadios deben cumplir con exigencias mínimas de sustentabilidad ambiental, como reutilizar el agua de lluvia, emplear equipos que consuman menos electricidad y limitar la generación de residuos.

“Ya no se aceptan obras de ingeniería sin tomar en cuenta la sustentabilidad ambiental”, afirmó a la AFP José Roberto Bernasconi, presidente del Sindicato de Arquitectura e Ingeniería de Sao Paulo (Sinaenco-SP).

Pero el estadio Governador Magalhães Pinto, conocido como Mineirao, de Belo Horizonte, quiere ir más allá de las exigencias de la FIFA y pretende ser el primero en recibir la reconocida certificación internacional ‘Leed’ de edificio verde, otorgada por el Consejo estadounidense de edificios verdes (US Green Building Council).

El plan ambiental del estadio, construido en 1965 y que debe ser reinaugurado a fines de 2012, incluye acciones para controlar la emisión de gases con efecto invernadero durante la obra, a través de la contratación de proveedores que vivan cerca para reducir el transporte; la recolección de hasta seis millones de litros de agua de lluvia para regar el césped del campo de juego y para limpieza y uso sanitario y la reutilización de residuos.

El 100% del concreto retirado del edificio original fue utilizado en la propia reforma o destinado a obras aledañas; los 800.000 m3 de tierra retirada fueron destinados a la recuperación de áreas degradadas por mineras, y los 50.000 antiguos asientos fueron donados para gimnasios y estadios del interior del estado de Minas Gerais.

“Todo fue reutilizado, no hubo desperdicio o descarte de material que podría ser reaprovechado”, señaló Vinicius Lott, gerente del proyecto Copa Sustentable del gobierno estatal de Minas Gerais.

Pero el buque insignia del proyecto es la generación de energía limpia con la instalación de la primera usina eléctrica solar en el techo de un estadio brasileño, que abastecerá la red eléctrica local y proveerá de energía a unas 1.500 residencias.

“Existe un techo ocioso, recibiendo una gran radiación solar. Entonces resolvimos colocar paneles fotovoltaicos, cubrir y hacer una usina solar”, explicó el ingeniero eléctrico Alexandre Heringer, administrador del proyecto Minas Solar 2014 de la Compañía eléctrica de Minas Gerais (Cemig).

Los más de 6.000 paneles de silicio cristalino que serán instalados tendrán una potencia de 1,5 megawatts (MW) por hora. Como comparación, la hidroeléctrica brasileña-paraguaya de Itaipú posee 14.000 MW de potencia instalada.

La planta solar tendrá un costo de unos 12 millones de reales (unos 6,5 millones de dólares), inversión que debe ser recuperada durante los 25 años de vida útil que tienen los paneles, explicó Heringer.

A su vez los costos de operación de la usina son “muy baratos”, ya que no se requiere de mantenimiento y su limpieza es con el agua de lluvia, agregó.

Como Brasil no dispone de fábricas de paneles solares, el próximo año realizará una licitación internacional para la compra de las placas, llamado que conquistó la atención de empresas alemanas, chinas, coreanas, españolas e italianas, precisó el responsable.

Tras la inauguración de la planta en el Mineirao, los ingenieros esperan “aprovechar el máximo de techos posibles” de Belo Horizonte y para 2013 proyectan que una nueva usina esté funcionando en el gimnasio Mineirinho, y en 2014 en el aeropuerto internacional, informó Heringer.

La ciudad de Belo Horizonte, la sexta mayor de Brasil con unos 2,5 millones de habitantes, debe recibir seis partidos del Mundial-2014 y tres de la Copa de Confederaciones en 2013.

Durante el Mundial se prepara para albergar a más de 100.000 turistas y recibir a los hinchas en un gran complejo de actividades alrededor del estadio con capacidad total para 157.000 personas en tres espacios: Mineirao, Mineirinho y una plaza multiusos, explicó Sergio Barroso, responsable por la Secretaría para la Copa (Secopa).

El total de inversiones que Minas Gerais realizará para los grandes eventos deportivos sería de al menos 2.800 millones de dólares, incluyendo capitales públicos y privados, agregó.