Multitudinario pulso callejero Correa-indígenas | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Marzo de 2012

Unos 1.500 indígenas ecuatorianos apoyados por la oposición cerraron en Quito una marcha contra el gobierno de Rafael Correa, que también sacó a las calles a sus partidarios para defenderlo de lo que considera un intento desestabilizador antes de las presidenciales de 2013.

"No venimos a desestabilizar, sino a reclamar las leyes que no han sido aprobadas en estos cinco años" de gobierno de Correa, dijo a periodistas Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que organizó la movilización.

La marcha se nutría de la convergencia de dos columnas, una proveniente del sur y otra del norte de la capital.

Portando una extensa bandera multicolor, unos 1.000 aborígenes caminaban desde el sur de la capital, adonde llegaron el miércoles tras una marcha de dos semanas desde el poblado amazónico de El Pangui (a 700 km al sureste), contra la gran minería y en reclamo de leyes sobre el manejo del agua y la redistribución de tierras.

Otros 500 nativos arribaron desde el norte andino, sumándose luego militantes del partido de izquierda Movimiento Popular Democrático (MPD), que aglutina a la Unión Nacional de Educadores (UNE).

, Ambas manifestaciones confluyeron en el parque El Arbolito, en el centro moderno, para una concentración que se desarrolló en paralelo a una marcha de seguidores del mandatario socialista, que no descarta presentarse a la reelección.

Luego, la dirigencia de la Conaie fue recibida por el presidente del Congreso, el oficialista Fernando Cordero.

Correa tildó de "fracaso" la marcha "contrarrevolucionaria", pero se dijo abierto al diálogo "a futuro", y sostuvo que el oficialismo había logrado reunir a unas 50.000 personas. Los indígenas no aventuraron un número de manifestantes.

"Con los que nunca conversaremos será con la derecha corrupta, con los mentirosos", lanzó el presidente ante miles de seguidores en El Arbolito, de donde éstos salieron al mediodía hacia la Plaza de la Independencia, en uno de cuyos flancos está el Palacio de Gobierno.

"¡Gracias a la contrarrevolución! Esto era lo que necesitábamos para que nadie pudiera detenernos, porque nos faltaba organización, éramos vulnerables", subrayó luego desde un balcón de la Presidencia, y llamó a los indígenas a no dejarse "utilizar"./AFP