Miles de católicos se reunieron en el centro de Madrid para la celebración de una gran misa en defensa de la familia, días después de la presentación por el gobierno conservador de un proyecto de ley que restringe el derecho al aborto en España.
Antes del comienzo de la misa, los fieles que esperaban cantando villancicos y agitando banderas regionales, se pronunciaban a favor de prohibir completamente el aborto.
"La nueva ley del aborto se queda corta. Todavía se puede practicar el aborto", afirmaba Ignacio González, un comercial de 49 años, que se desplazó a la capital desde Murcia (sudeste) con su mujer y sus seis hijos.
"Hay que hacer todavía más" porque "el aborto es un crimen", decía María Cardador, de 82 años y originaria de Córdoba (sur).
"Están matando a muchísimos niños y esas clínicas, que las cierren todas y ya está", añadió.
Esta misa, convocada anualmente por el Arzobispado de Madrid, llegó a reunir a cientos de miles de personas durante las dos legislaturas del expresidente de gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011).
Los numerosos fieles denunciaban entonces las reformas del gobierno socialista, como la legislación del matrimonio homosexual en 2005 o la adopción en 2010 de la ley sobre el aborto, que autorizaba la interrupción del embarazo durante las primeras 14 semanas o 22 semanas en caso de malformación del feto.
Cumpliendo una promesa de la campaña electoral de 2011 del actual presidente del gobierno Mariano Rajoy, el gobierno conservador aprobó el 20 de diciembre un proyecto de ley, que sólo autoriza el aborto en el caso probado de peligro para la vida o la salud psíquica o psicológica de la mujer, así como en el caso de una violación, con denuncia previa.
Es probable que este texto sea aprobado en el Parlamento, donde el Partido Popular (PP, conservador) tiene mayoría absoluta.
La misa de este domingo fue convocada bajo el lema "La Familia es un lugar privilegiado para el anuncio del evangelio a todas las naciones".
En un escenario presidido por una enorme cruz blanca, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, lamentó la falta de un compromiso sólido en la vida personal.
"Ni siquiera el don de la vida se entiende como definitivo e inviolable y, por tanto, tampoco el don del amor"
El ángelus pronunciado en Roma por el papa Francisco había sido difundido previamente en directo a los asistentes.
Para Emilio Alponzeca, un marinero de 51 años procedente de Lepe (sur), el proyecto de ley es "más o menos igual" que la que está en vigor. "Una vida no se puede matar".
Elena Valenciano, la número dos del opositor Partido Socialista, muy crítica con el proyecto de ley sobre el aborto, afirmó que "el primero en felicitarse por esta nueva regulación del aborto" fue el arzobispo de Madrid.
"La jerarquía católica en España siempre ha querido -¡y lo ha hecho durante siglos!- gobernar la sexualidad y el útero de las mujeres, de quienes los obispos han desconfiado siempre", sostuvo./AFP