Multitudinarias protestas en Brasil contra gastos del Mundial | El Nuevo Siglo
Viernes, 14 de Junio de 2013

Varias ciudades de Brasil acogieron nuevas manifestaciones contra el alza del precio del transporte y los enormes gastos públicos para el Mundial-2014, en la víspera del inicio de la Copa FIFA Confederaciones, y al día siguiente de violentas protestas que dejaron centenares de detenidos y heridos.

La más vistosa de las manifestaciones este viernes ocurrió en Brasilia, contra la Copa Confederaciones.

Unos 400 manifestantes cerraron por horas el acceso al estadio que este sábado acogerá la apertura del torneo, con una barricada humana y otra de neumáticos que fueron quemados y provocaron un intenso humo.

A diferencia de la violencia en las protestas del jueves de noche en Sao Paulo y Rio de Janeiro, en Brasilia no hubo heridos, dijo la policía.

Las autoridades locales sin embargo advirtieron en declaraciones a la prensa local que serán más rigurosas con una protesta convocada para este sábado -el mismo día de la inauguración de la Copa con un partido Brasil Japón- y que no permitirán acceso al perímetro de seguridad del estadio.

Tampoco hubo episodios de violencia en Porto Alegre y en Sao Paulo, donde otros grupos con un par de centenas de personas protestaron contra la Copa, o en Niteroi, frente a Rio de Janeiro, donde más de mil personas se manifestaron contra el alza del precio del boleto de autobús.

El jueves una manifestación que había convocado a unas 5.000 personas en Sao Paulo contra el alza de los precios del transporte público se saldó con 232 detenidos y al menos un centenar de heridos.

Numerosos manifestantes y periodistas denunciaron y mostraron con imágenes escenas de violencia de la policía que reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.

El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, denunció el viernes la violencia policial en la protesta de Sao Paulo.

"Por lo que vi, hubo sí situaciones de violencia policial que considero inaceptables", dijo el ministro.

Las ONG Amnistía Internacional (AI) y Reporteros Sin Fronteras (RSF) criticaron duramente la represión policial y pidieron al gobierno una investigación.

Una impactante foto de una joven periodista del diario Folha de Sao Paulo con el rostro ensangrentado tras recibir un disparo de bala de goma en el ojo recorrió las portadas de medios brasileños e internacionales y las redes sociales.

Ese movimiento contra el alza de los precios del transporte, que ha ganado mucha fuerza en Sao Paulo, se ha extendido por numerosas ciudades del país. Una nueva protesta está convocada para el lunes en Sao Paulo en esa tónica.

Pero buena parte de las manifestaciones de este viernes en varias ciudades brasileñas, -en su mayoría del Movimiento de Trabajadores Sin Techo- fueron convocadas para denunciar los millonarios gastos para el Mundial-2014, cuando muchos brasileños carecen de vivienda.

"¿Copa para quién?"

El gobierno "está construyendo un elefante blanco de 1.500 millones de reales (unos 750 millones de dólares), haciendo muchas obras sobrefacturadas para la Copa, mientras mucha gente no tiene donde vivir", dijo a la AFP Rogerio da Cunha, uno de los manifestantes en Brasilia y militante del Movimiento de Trabajadores Sin Techo.

Algunos manifestantes portaban carteles en los que se leía "¿Copa para quién?" en rechazo a los 15.000 millones de dólares que el gobierno prevé destinar a inversiones públicas para el Mundial-2014.

"Si la Copa fuese nuestra, ¿usted qué haría? ¿Privatizar el aeropuerto o construir 500 guarderías?", se leía en otra pancarta.

Los manifestantes también protestan por los desalojos forzados a raíz de las obras del Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio, que han afectado, en su opinión, a 250.000 personas en todo el país.

La presidenta Dilma Rousseff aprovechó una visita a la favela la Rocinha, la mayor de Rio de Janeiro, para defender el Mundial de fútbol 2014 en Brasil.

"Cuando preguntan a ustedes qué ganamos con la Copa (...) además de la alegría del fútbol, de ver a Brasil jugar, además de la Copa Confederaciones -y nosotros todos hinchamos para que Brasil gane- ganamos una mejora en la seguridad, ganamos todas esas obras que también son fundamentales" en las carreteras y en el metro, aseguró Rousseff.

Las protestas tienen lugar en momentos que Brasil experimenta un débil crecimiento económico y una inflación de 6,5% anual, en el techo de la meta oficial, lo cual ha provocado una caída de la popularidad del gobierno de Rousseff./AFP