Trabajadores de los 63 aeropuertos brasileños controlados por la estatal Infraero iniciaron una huelga este miércoles en demanda de mejoras salariales que ya afecta al 80% de las terminales, según el sindicato.
Una nota de la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte, a la que está adscrito el sindicato de aeroportuarios SINA que convocó a la huelga indefinida, informó esa adhesión y señaló que Infraero "rechaza avanzar en la negociación de la pauta de reivindicaciones".
Según la fuente sindical, Infraero ofreció sólo un 6,49% de reajuste salarial, mientras los trabajadores piden un 16%.
"El balance de las manifestaciones en el país es positivo hasta el momento. La disposición de los trabajadores permite creer que la huelga va a continuar hasta que Infraero se manifieste", señaló Samuel Santos, uno de los dirigentes de SINA.
La compañía estatal señaló a la AFP que eran sólo seis los aeropuertos afectados: Congonhas, en Sao Paulo, utilizado para vuelos domésticos; el internacional de Galeao, en Rio de Janeiro; así como los aeropuertos de Vitoria, Fortaleza, Recife y Salvador.
Infraero activó un plan de contingencia para enfrentar la huelga, añadió la responsable, asegurando que el funcionamiento se mantenía con normalidad.
Imágenes de la televisión sin embargo mostraban a trabajadores protestando con pancartas y pitazos en aeropuertos como Congonhas, de alto tráfico durante toda la semana.
El mayor aeropuerto del país, Guarulhos, en Sao Paulo, no es administrado por Infraero sino por privados y sus trabajadores no están en huelga. Viracopos en Sao Paulo y el de la capital, Brasilia, también son administrados por privados.
Los trabajadores movilizados son los que realizan servicios en tierra. Además de un reajuste salarial, piden planes de carrera, mejores programas de salud y participación en las ganancias.
Ambas partes están en negociaciones, señaló la empresa.
Los trabajadores también se manifiestan contra el proceso de privatización que se impulsa en los aeropuertos brasileños, en un plan promovido por el gobierno para modernizar este sector colapsado y vetusto de cara al Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos-2016.
Desbordados y anticuados, los aeropuertos brasileños ya no consiguen responder con eficiencia al sector del transporte aéreo doméstico, que aumentó 120% en la última década a la par del explosivo crecimiento de la clase media y la reducción de la pobreza.
El aeropuerto internacional de Galeao, en Rio, y de Confins, en Belo Horizonte en el estado de Minas Gerais, serán licitados en septiembre.
Los 63 aeropuertos de Infraero movilizaron a 10,6 millones de pasajeros en junio.