Bajo un picante sol, calles despejadas y un ambiente más que festivo de fervor, cientos de personas se agolpan a lado y lado de la Avenida El Dorado, ya cerrada al tráfico vehicular (tanto particular como público y Transmilenio) para esperar el primer recorrido del papa Francisco por el país.

La tricolor colombiana y el dorado y blanco de la bandera vaticana están en manos de los fieles, que sin distingo alguno, se concentran respetuosamente en las aceras de la emblemática avenida capitalina.

El entusiasmo y la expectativa por ver durante algunos minutos y de lejos al Sumo Pontífice, el pastor de la esperanza y mensajero de la fe desplaza a cualquier otro sentimiento de cansancio, hambre o sed que se pueda sentir en el lugar. Y el sentimiento de los creyentes católicos, expresado por varios de ellos, es la esperanza de que el mensaje de Francisco sea audible y  cale en el corazón de todos los colombianos para que se pueda llegar a la paz y la reconciliación.

Todos llegan a la misma conclusión “El papa llega a Colombia a traer bendiciones y paz”. Después de décadas de sufrimiento y guerra, la visita busca unir  a todos los colombianos en el mensaje del amor, la evangelización y la paz. Eso no solamente lo dicen las personas, sino es el lema de las miles de banderas, botones, ponchos y ruanas que se venden a lo largo y ancho de la Avenida de El Dorado.  Así, como un “rock star2, la cara de Francisco aparece en todos los objetos que los cientos de vendedores ya están distribuyendo en la calle. Incluso, algunos dicen que los afiches, camisetas y botones que comercializan vienen bendecidos directamente desde Roma.

Cada uno de estos grupos vino preparado para cualquier contratiempo que se pueda producir durante la jornada: sombrillas, banquillos, bolsas con comida, cachuchas y demás implementos  son los infaltables del ligero equipaje para ver el “primer paso en el papamóvil2 de Francisco.

Muchas personas llegaron desde tempranas horas e incluso algunas estuvieron acampando desde anoche en algunos parques del sector de Fontibón.

Dos mujeres que orgullosamente enarbolan una pancarta que reza  “Te amamos” declararon a EL NUEVO SIGLO su emoción por estar a horas de ver a Francisco. “Nosotras amamos al papa, lo llevamos esperando desde mucho antes de que se anunciara su llegada seis meses atrás”. Una de ellas agrega que “tendremos como nación la oportunidad de reconciliarnos a través de las palabras y la presencia de su Santidad”.

“El papa vendrá a traernos la paz que tanto necesitamos en nuestro país”, agrega la otra mujer también ataviada con camiseta, bandera y cachucha alusiva a esta visita apostólica.

En igual sentido se pronuncia una familia de cinco mujeres y niñas, que desde las 10 de la mañana llegaron a la Av. El Dorado con carrera 100 para intentar una primera fila para ver al Santo Padre. Ellas compraron afiches y rosarios que espera puedan, desde la distancia, recibir la bendición papal.

Ellas son tan solo una pequeñísima muestra del ambiente de fervor que se vive a esta hora (2 p.m.) a lo largo y ancho de los 13 kilómetros de la Avenida ElDorado de Bogotá por el que transitará el papa Francisco, recorrido que se espera inicie a las 5 p.m.