Desde el inicio de las conversaciones de paz en curso, diferentes organizaciones y movimientos de mujeres han pedido que sus necesidades y propuestas sean tenidas en cuenta. Y es que no han sido pocos los efectos que medio siglo de guerra han dejado sobre ellas, especialmente en las minorías étnicas: afrocolombianas e indígenas.
Por eso desde ese noviembre de 2012, cuando el presidente Santos anunció el inicio de unas conversaciones de paz en Noruega, cientos de ellas empezaron a reunirse para construir sus propuestas. Hoy, a pocos días de que inicie el punto de las víctimas, ven la mayor oportunidad para que esas ideas conjuntas se reflejen en los acuerdos.
En octubre del año pasado, más de 400 colombianas se reunieron en la Cumbre Nacional de Mujeres por la Paz, una iniciativa liderada por ONU Mujeres, en la que se construyeron las propuestas que piensan hacerles llegar a los negociadores en Cuba.
Beatriz Quintero dirige la Red Nacional de Mujeres, una de las organizaciones que participó en ese encuentro. Ella explica que su propuesta se centra en dos aspectos clave: la violencia sexual y el desplazamiento forzado. “Todavía es una duda qué vamos a hacer con la violencia sexual de los grupos armados contra las mujeres, y qué va a pasar con las desplazadas”, aseguró y aclaró que también tienen planteamientos sobre otros temas relacionados con el proceso de paz.
Sisma Mujer fue otra corporación que hizo presencia en la Cumbre. Su directora, Claudia Mejía, ha sido reiterativa en alertar que “si en la mesa de La Habana los asuntos relacionados con los derechos de las mujeres y la violencia de género no se abordan, los acuerdos a los que se llegue no serán sostenibles. Es una realidad que vemos en otros países que han hecho procesos de paz”.
Además del documento creado en la Cumbre, Sisma propone su propia serie de prioridades. Una de las múltiples que ahí consignan es que “el tema de la violencia sexual debe ser incluido en la agenda de negociación desde el comienzo del proceso y no admite ningún tipo de amnistía e indulto”, haciendo referencia a lo que ha establecido la ONU.
Sin embargo, las propuestas de la Corporación tampoco se han quedado en una visión de género. En ese documento hacen una interpretación a cada punto del Marco Jurídico para la Paz, como los retos para la justicia y los derechos de las víctimas. Concluyen además que “el debate ha girado en torno a cuál es la pena que están dispuestos a pagar los victimarios y no cuál es la justicia para las víctimas”.
Exigen presencia
Como tantos actores del conflicto colombiano, las mujeres tampoco quieren seguir siendo observadoras. Hasta el momento, nuevemujeres representan los intereses del género en la mesa de diálogo: Desde el Gobierno, Nigeria Rentería y María Paulina Riveros actúan como plenipotenciarias, mientras Elena Ambrosí se encarga del área temática; Mónica Cifuentes, de jurídica; Marcela Durán, a cargo de comunicaciones; María Inés Restrepo, en logística, y Lucía Jaramillo. Por parte de la guerrilla hace presencia la holandesa Tanja Nijmeijer y Shirley Méndez, compañera sentimental del ‘Mono Jojoy’.
Riveros y Rentería, las de mayor influencia en ese proceso, fueron nombradas por el presidente Santos luego de un año de diálogos, en los que las mujeres no pararon de pedir esa representación desde Colombia. “Creemos que el Gobierno tardó un tiempo muy importante en cumplir lo que es un mandato internacional. A pesar de eso, saludamos lo que haya hecho porque pensamos que también lo hizo en respuesta a las demandas de diferentes organizaciones de mujeres”, asegura Claudia Mejía.
Aunque reconocen el esfuerzo y el trabajo de este dúo, las organizaciones de género también creen necesaria la asistencia de una misión especial a presentarles a ambas delegaciones las propuestas que han creado. Lo que les están pidiendo a los negociadores del Gobierno es que reciban a un grupo de quienes participaron en la Cumbre de Mujeres y Paz: “Como mujeres pensamos aprovechar el momento del posconflicto y ese clic que se hace en esa idea de construir país. Tenemos que hablar de derechos sexuales y reproductivos, de paridad, de autonomía, de un país sin violencia contra las mujeres”, asegura Quintero.
Sin embargo, no se han quedado cruzadas de brazos esperando la respuesta a esa solicitud. Hasta ahora ya le han llevado algunas propuestas a la delegación del Gobierno, especialmente a las dos plenipotenciarias, han seguido reuniéndose en los foros civiles y en los que organiza el Congreso para llevar las ideas a La Habana.
#NoEsCasualidad
Este jueves, la Corporación Sisma Mujer, organización que trabaja del lado de las mujeres que han sido víctimas de violencia y discriminación dentro y fuera del conflicto en el país, lanzará la campaña #NoEsCasualidad. Para este lanzamiento, Sisma Mujer mostrará la gravedad de la violencia que enfrentan hoy en día miles de colombianas en diferentes regiones del país.
El evento contará con la presencia de la cantante Andrea Echeverri y Jineth Bedoya, periodista y sobreviviente de violencia sexual, reconocidas en el país por su compromiso con los derechos de las mujeres. Andrea le cantará ese día a la campaña en una presentación que se realizará a las 7:30 p.m. en el Museo Nacional.