Calculan las autoridades y expertos que mientras los homicidios ocasionados por riñas alcanzan 40 por ciento del total, las muertes violentas adjudicadas al conflicto armado llegan apenas a 5 por ciento.
La Policía Nacional atiende más de seis mil riñas callejeras en un solo fin de semana en Bogotá. Frente a ello el alto Consejero Presidencial para la Seguridad y Convivencia Ciudadana Francisco José Lloreda afirmó que el tema de la seguridad es uno de los principales desafíos del país y uno de los tres pilares del Plan Nacional de Desarrollo.
Lloreda hizo un llamado a los ciudadanos, no sólo de Bogotá sino de todo el país, para que sean tolerantes y solucionen sus conflictos a través del diálogo y la convivencia, tras conocer las cifras de las riñas y los cuadros estadísticos que señalan que en el 2011 se registraron 28.996 muertes violentas, 926 menos que en el 2010.
También las estadísticas consignan que en lesiones no fatales, la violencia interpersonal en el 2011 generó lesiones a 152.865 personas, 7.681 casos menos de los registrados por el sistema medicolegal y forense en el 2010. 34 por ciento de las víctimas fueron mujeres y 66 por ciento hombres.
El funcionario gubernamental señaló que la intolerancia no puede ser el sello característico del comportamiento de hombres, mujeres y jóvenes, y calificó las cifras como alarmantes.
“Es una actitud arrogante, soberbia, es una actitud que debemos corregir. Es necesario que nuestros ciudadanos confíen en las autoridades”, precisó.
Licor
Medicina Legal reveló que tras las necropsias pudieron establecer que tres de cada diez víctimas de homicidio en la Capital del país presentaban algún nivel de embriaguez: en primer grado 5,7 por ciento, segundo grado 4,5 por ciento y tercer grado 19,3 por ciento. 43,4 por ciento dio negativo.
La entidad informó que 7,9 por ciento de las víctimas fatales tenían rastros de haber ingerido estupefacientes antes del crimen y la mayoría de los casos ocurrieron en la vía pública.
Sobre el tema, el general Luis Eduardo Martínez, Comandante de la Policía de Bogotá, precisó que gracias al trabajo del alto Consejero Lloreda, el Ministerio de Defensa y las políticas de la Dirección General de la Policía, “se registra una verdadera disminución en los delitos de alto impacto, especialmente en el homicidio común”
Riñas
El general Martínez explicó que la mayoría de las muertes violentas y las lesiones personales se registran los viernes, sábado y domingo y por supuesto durante los días de quincena, durante efusivas celebraciones caseras o en sitios públicos, donde abundan el alcohol y las drogas que traen consigo las consabidas riñas y trifulcas con ataques con armas blancas o de fuego.
De otro lado, el director de Seguridad Ciudadana de la Policía General Rodolfo Palomino afirmó que aunque en el presente año se ha reducido a nivel nacional la muerte por riñas, en un fin de semana la Institución atiende un promedio de seis mil.
El general Palomino precisó que las ciudades con mayores índices de violencia ciudadana son Cali, Bogotá, Medellín y Barranquilla.
El oficial explicó que en el presente año se puede decir que por causa de la intolerancia 13 personas pierden la vida cada 24 horas a nivel nacional, lo cual representa 38 por ciento de las muertes totales que se presentan por diversas causas.
Seguridad y convivencia
El alto Consejero Lloreda afirmó que el tema de la seguridad es uno de los principales desafíos del país y uno de los tres pilares del Plan Nacional de Desarrollo.
Básicamente “estamos trabajando en 20 ciudades del país para luchar contra el crimen urbano y sus causas, inmediatas y estructurales, a corto, mediano y largo plazo. Durante la etapa del diagnóstico trabajamos bajo el criterio de focalización para identificar los sectores de las ciudades más críticos en materia de criminalidad”.
Lloreda, en diálogo con este Diario, explicó que han trabajado en el desglose detallado de las necesidades de seguridad desde una perspectiva integral. “Aquí analizamos qué se necesita en materia de Policía, de justicia, en prevención social, mejoramiento de barrios, y en cultura de legalidad y convivencia. Claro que los hechos de violencia no son generalizados en el país, pues en algunas ciudades es más clara que en otras”.
“En el país y en las ciudades tenemos muy en claro cuales son los desafíos que tenemos, porque en Colombia no existía una política de seguridad y convivencia. Aparecía esta iniciativa como un apéndice de la política de seguridad nacional y la primera decisión del presidente Juan Manuel Santos fue diferenciarlas, es decir una política de seguridad nacional y otra de seguridad ciudadana”, precisó.
Afirmó que “en el marco de la seguridad ciudadana se tomó la decisión de focalizar esfuerzos en aquellas ciudades que más están contribuyendo a problemas de seguridad y convivencia. Son 20 ciudades en todo el territorio nacional y estamos trabajando con sus gobernadores y alcaldes, sin perjuicio de la labor que le corresponde a la Policía en los 1.101 municipios del país”.
“Estamos acompañando y asesorando a los alcaldes para que estructuren unos planes integrales de seguridad y convivencia: la ley los exige, pero es necesario que el componente no se quedara solo en materia de policía sino que también avanzaran en el componente de control social y de legalidad. Con 10 de las 20 ciudades estos planes están listos y con las otras diez aspiramos a que antes de concluir el mes de octubre estén al día con estas iniciativas”, señaló Lloreda, quien agregó que es necesario articular a la nación con las ciudades y por esta razón desde la Alta Consejería abren espacios entre 17 entidades nacionales, la mayoría de ministerios y otras adscritas a estas carteras para definir acuerdos en temas de seguridad y convivencia con estas 20 ciudades.
Según Lloreda, la Política de Seguridad y Convivencia Ciudadana está sustentada en cinco grandes estrategias: Prevención social y situacional, Presencia y control policial, Justicia, víctimas y resocialización, Cultura de legalidad y convivencia y Ciudadanía activa y responsable.
El funcionario gubernamental insistió en que “trabajamos con un plan de choque para revertir la tendencia al alza de la criminalidad. No nos interesa crear expectativas que no se puedan cumplir y entendemos que en ciertos casos habrá resultados temprano y en otros a largo plazo”.
Agregó Lloreda que “la política articula el trabajo integral y conjunto de las entidades del orden nacional y territorial, focalizando acciones y programas en las 20 ciudades que más aportan al crimen”.
Bogotá, caso aparte
El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá General Luis Eduardo Martínez comentó que para controlar un encuentro de fútbol en el estadio Nemesio Camacho El Campín es necesario emplear a siete mil agentes, suboficiales y oficiales para cuidar a los hinchas que a la salida del partido se retan y se enfrentan físicamente.
“Por supuesto que no en todos los encuentros deportivos ocurren estos hechos”, precisó el oficial.
El general Martínez también reveló que la Policía Metropolitana de Tránsito durante los fines de semana inmoviliza más de 150 vehículos, porque sus conductores son sorprendidos en estado de embriaguez poniendo en peligro la vida de los ciudadanos.
El oficial precisa que pese a que los homicidios han bajado 18 por ciento, el arma de fuego sigue siendo la gran amenaza.
De acuerdo con las investigaciones, 37 por ciento de los casi 800 homicidios registrados este año en Bogotá, se atribuye a venganzas, mientras las riñas, especialmente los fines de semana, ocuparon el segundo lugar del listado con 34 por ciento.
El general Martínez le explicó a EL NUEVO SIGLO que estos crímenes son el resultado, especialmente, de la disputa entre organizaciones al margen de la ley. También por las peleas entre ciudadanos comunes y corrientes, muchas de ellas ocasionadas por la ingesta de licor y por la intolerancia.
Sin embargo, el delito en general presentó una disminución de 18 por ciento respecto del mismo período del 2011, cuando el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó 885 casos.
De acuerdo con los cuadros estadísticos y los análisis de la Alcaldía Mayor de Bogotá, se estableció que en al menos uno de cada tres asesinatos en la Capital del país existió una relación directa o indirecta entre la víctima y su homicida.
Igualmente, los análisis dan cuenta que el vínculo se dio en 52,8 por ciento de los crímenes porque los protagonistas vivían en el mismo barrio; 18,6 por ciento entre delincuentes; 10,6 por ciento entre personas conocidas; 10,1 entre compañeros sentimentales; 5,5 por ciento entre familiares; 1,5 por ciento entre compañeros de trabajo y 1 por ciento entre amigos.
En cuanto al lugar de ocurrencia de los casi 800 hechos violentos en el 2012, los análisis de la Administración Distrital y las estadísticas de la Policía Metropolitana registran que 7 de cada 10 se presentaron en calles, parques o vías públicas y 11,5 por ciento en establecimientos públicos.
El general Martínez precisó que 7,9 por ciento de los homicidios ocurrieron en el lugar de residencia de las víctimas o de los victimarios. Los investigadores de la Policía y los analistas de la Alcaldía dan cuenta que estos hechos ocurrieron por violencia intrafamiliar.
El oficial precisó que los estudios de la Alcaldía Mayor de Bogotá registran que 49 por ciento de las víctimas fatales pertenecían al estrato 2; 28,5 por ciento al estrato 1; 16,1 por ciento al estrato 3 y 5,3 por ciento a los demás estratos.
Explicó que las estadísticas de la Policía Metropolitana dan cuenta que 62,7 por ciento de los homicidios se cometió con un arma de fuego, es decir dos de cada tres, mientras que 33,4 por ciento fue con armas blancas, cuchillos, navajas o puñales.
En cuanto a las armas decomisadas por la Policía Metropolitana en casos de homicidios, 93,3 por ciento eran ilegales y 6,8 por ciento con salvoconducto.