Las elecciones atípicas que se realizarían en marzo para escoger el segundo cargo más importante en el Estado, aunque estaban presupuestadas por la inminente destitución del alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, cogieron mal preparadas a la clase política.
El problema básicamente es que mientras cualquier político en Colombia ha soñado con ser alcalde de Bogotá, hoy por hoy, si las elecciones fueran en dos meses, serían muy pocos los candidatos, principalmente porque sería una campaña relámpago y una administración de poca duración. Para conseguir votos tendrían menos de 55 días, el gobierno va hasta el 31 de diciembre de 2015 y tendría que ejecutar el Plan de Desarrollo de Petro.
La puja por el poder en la capital del país está que arde. No sólo porque se juega el cargo, sino que repercutirá en las elecciones para escoger Cámara, Senado y presidente.
Después de que el procurador Alejandro Ordóñez radique la determinación en la Presidencia de la República, el primer mandatario tendrá diez días para nombrar un encargado hasta que el movimiento Progresistas envíe una terna. El escogido del partido de gobierno estará hasta que se posesione quien gane las elecciones.
Si las elecciones atípicas se realizan el 2 de marzo, como estaba presupuestado en el fallido proceso de la revocatoria, los resultados serán el termómetro para medir fuerzas políticas con miras a los comicios de Congreso y Presidencia.
Aunque todavía falta tela por cortar en la destitución de Petro, lo único cierto es que son muchos los interesados en reemplazarlo pero pocos los que pueden en la larga fila que encabeza el representante a la Cámara por Bogotá, Miguel Gómez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U). Gómez es el líder de la revocatoria de Petro, pero no podría ser candidato.
Otro que fue fenómeno electoral en octubre de 2011, el exconcejal Carlos Fernando Galán, director nacional de Cambio Radical. Galán obtuvo buena votación hace tres años, pero en esta ocasión seguiría como cabeza de lista de su partido al Senado.
Antonio Navarro, uno de los más cercanos al alcalde Petro, anunció que no renunciará a sus aspiraciones al Senado como cabeza de lista por la Alianza Verde.
Frente a funcionarios que le han coqueteado a la Alcaldía, como el liberal David Luna, hoy alto consejero para las regiones, o Gina Parody, que dirige el SENA.
Cuando le propusieron al exalcalde Antanas Mockus que se postulara para repetir por tercera ocasión, inicialmente le llamó la atención, pero está inhabilitado por ser su esposa Adriana Córdoba Veedora Distrital.
A pesar que no descarta la posibilidad de lanzarse, Enrique Peñalosa está entre el seguir como precandidato presidencial de la Alianza Verde o montar la empresa para ser alcalde mayor por segunda ocasión.
En la palestra queda el exvicepresidente Francisco Santos, que tiene el respaldo del expresidente Álvaro Uribe, quien nunca ha ganado elecciones locales en Bogotá.
En la baraja está también el empresario William Vinasco quien ha estudiado la ciudad y estaría interesado en ocupar el cargo por elección popular.