Un fuerte sismo de 6,6 grados sacudió este martes a Costa Rica, sin causar víctimas ni daños, con epicentro en Nicoya, en el Pacífico, donde el 5 de septiembre ocurrió un terremoto de 7,6 grados, según los informes finales de los sismólogos.
El temblor, que provocó alarma en la población, ocurrió a las 18H45 locales (00H45 GMT del miércoles) y su epicentro fue localizado a 145 km al oeste de la capital, San José, y a cinco km de la ciudad de Honjancha por el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), que lo estableció en 6,6 grados de magnitud momento.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), que inicialmente lo reportó como de 6,2 grados, reevaluó la magnitud a 6,6 grados en la escala de Richter, en tanto que la Red Sismológica Nacional lo situó en 6,1.
Muchas personas salieron a las calles y los establecimientos comerciales cerraron, sobre todo en la región del epicentro -de poca población-.
"No hay daños humanos ni materiales importantes, conmoción de la gente, algunos ventanales quebrados, pero la situación está controlada", dijo Omar Chavarría, de la Fuerza Pública de Nicoya.
"No hay reportes de afectaciones a personas ni de daños, solo caída de objetos, tampoco tenemos informes de daños de consideración. Enviamos un mensaje de calma", afirmó la presidenta de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Vanessa Rosales.
Tanto el Ovsicori como la Red Sismológica -ambos de las principales universidades del país- atribuyen el temblor a una réplica del terremoto de septiembre, que no dejó víctimas directas.
"El sismo ocurre en la misma zona, podemos considerarlo como una réplica del terremoto, representa más liberación de energía, es normal que haya réplicas de esta magnitud", afirmó Leopoldo Linkimer, de la Red Sismológica.
"Es un sismo de magnitud importante, antes del evento tuvimos otro de 3,8 unos minutos antes en la Península. Es norma esperar más réplicas", añadió el experto.
El sismo fue sentido en gran parte del territorio del país y provocó pánico sobre todo en la región de Guanacaste y Puntarenas, que forman la península de Nicoya, según los reportes.
El pasado 5 de septiembre, un terremoto de 7,6 grados sacudió al país, con epicentro en Nicoya, sin dejar víctimas directas -una persona murió por crisis cardíaca- aunque sí daños en cientos de viviendas, algunas escuelas, hospitales, puentes y carreteras.