El fallecimiento de monseñor Luis Antonio Nova Rocha, obispo de la Diócesis de Facatativá, se recibió con inmenso dolor por los habitantes de esta ciudad en la que el prelado fue durante mucho tiempo su pastor, apreciado por su tarea humanitaria y de compromiso con todo el mundo. Sus exequias se realizaron el viernes pasado. Hombres, mujeres y sacerdotes lo recuerdan, como una persona espontánea, presta a atender dificultades de la gente.
Dejó monseñor Nova Rocha un legado imperecedero en sus obras, acciones y enseñanzas que perdurarán en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo y tratarlo. Su amor a Jesucristo constituyó la enseña de este esclarecido jerarca de la Iglesia Católica. El cardenal Rubén Salazar expresó en la Conferencia Episcopal su sentido saludo de condolencia por la partida definitiva del obispo Nova. El Vicario General de la Diócesis manifestó su pesar y manifestó: “Estamos compungidos por el deceso de monseñor Luis Antonio Nova”.
La muerte de monseñor Nova es una pérdida inmensa para la Iglesia y los fieles, que tuvieron en él al amigo, al orientador. Cumplió una labor evangelizadora fructífera. Paz en la tumba de este egregio ministro de Dios.