Ha llegado a la jefatura del Estado en Egipto un islamista, Mohamed Morsi, quien prestó juramento ante la Alta Corte Constitucional el sábado, en El Cairo. Expresó su compromiso de preservar el sistema republicano y respetar la Constitución.
Es el quinto presidente de este país africano, y el primero que llega al poder por la vía democrática. Con la posesión del Presidente elegido por votación, en la que derrotó a un exprimer ministro del régimen de Mubarak, se abre un panorama diferente. No obstante los militares siguen teniendo influencia en esta nación que durante más de tres décadas estuvo bajo el dominio de un sistema autocrático. Podría decirse que Egipto estrena democracia. Y esto es muy importante no sólo respecto de sus habitantes, sino para la región. La estabilidad política en ese país es clave ya que su vecindad es una zona donde se viven fuertes tensiones, derivadas de viejos desencuentros como el de palestinos e israelíes.
Inicialmente hubo algunas reservas sobre riesgo de instauración de una teocracia. Sin embargo, se reconoce que el mandatario es musulmán moderado y ha dicho que gobernará de acuerdo con la Constitución egipcia.