Más allá del video revelado recientemente, lo cierto es que no hay claridad en torno a si la guerrilla tiene estos artefactos. Sin embargo, lo que sí es claro es que aún adquiriéndolos, no los pueden mantener como es debido y no sabe operarlos. 1998, primer campanazo. Implicaciones.
En medio del accidentado día a día del conflicto armado en Colombia, cada cierto tiempo circula en nuestro país una versión que, de tanto repetirse, ha empezado a convertirse en una especie de tabú de la guerra interna: ¿Tienen las Farc misiles antiaéreos?
Hay quienes sostienen que si bien la guerrilla ha tenido acceso a esas armas, no sabe ni ha podido usarlas y por eso no se tiene noticia de aviones o helicópteros de la Fuerza Pública que hayan sido impactados con misiles.
Pero también están los escépticos que consideran que las Farc sólo han comprado uno que otro misil, pero nunca han podido acceder a un cargamento significativo. Es más, hay ex altos oficiales de la Fuerza Pública que consideran que las fotos y videos en que aparecen los guerrilleros con estas armas hacen parte más de un show mediático y de moral interna, que de una capacidad real para adquirir y manejar esta clase de artefactos.
Es más, la semana pasada se reveló un video en el que un guerrillero acciona un lanzacohetes contra un helicóptero militar pero el disparo es fallido.
Y en tercer lugar hay que mencionar a los llamados “conflictólogos” que afirman que el tema de los misiles ha sido sobredimensionado pues, en realidad, en referencia a ellos ni siquiera se pueden considerar ya como de “última generación”, pues en realidad tuvieron su apogeo al final del siglo pasado y poco a poco empezaron a ser desplazadas por artefactos bélicos más modernos y certeros.
¿Cuál es la realidad? De acuerdo con fuentes castrenses, la subversión desde hace varios años busca revertir la desventaja estratégica en la que quedó cuando la Fuerza Aérea modernizó su flota de aviones y helicópteros de reconocimiento y combate, al tiempo que el Ejército, la Armada y la Policía también fortalecieron sus divisiones de aviación. Todo eso le ha permitido al Estado penetrar en zonas consideradas casi como “santuarios” de la guerrilla y del propio ‘Secretariado’, bombardear intensamente, abatiendo una gran cantidad de insurgentes y dando de baja a cabecillas como Raúl Reyes, Mono Jojoy o Alfonso Cano.
Sin embargo, en realidad los servicios de Inteligencia investigan desde 1999 la supuesta adquisición por parte de la guerrilla de 25 misiles rusos capaces de impactar aviones y helicópteros a una altura de seis kilómetros.
La guerrilla buscaba entonces adquirir misiles IGLA-S24 de última generación de fabricación rusa o los disponibles en los mercados negros.
En principio la Fuerza Pública habría guardado silencio frente a este tipo de versiones, pero luego la estrategia subversiva era evidente y ello se comprobó con los operativos en donde se incautaban cohetes antitanques y lanzadores de granadas RPG, desde los cuales se pueden disparar proyectiles contra un helicóptero cuando está aterrizando y contra un avión en tierra.
También se recuerda cómo circularon informaciones en altos círculos de Inteligencia nacional e internacional en torno a las operaciones de las Farc para adquirir misiles tierra-aire en los mercados negros de armas, especialmente en Centroamérica, en donde había un remanente de estos artefactos tras los conflictos en la década de los ochenta. Hoy se conoce ampliamente que en el mercado negro se encuentran a la venta misiles SA-7 y Stringer de primera generación.
La preocupación más reciente se dio por el hallazgo de un misil en el sur del país, en manos de la columna móvil Jacobo Arenas.
Sin embargo, desde hace un buen tiempo se sabe que la guerrilla, en sus fábricas de armas clandestinas, ha logrado producir artesanalmente cohetes, rockets y hasta vienen ‘mejorando’ el lanzamiento de los llamados ‘cilindros bomba, ya que les están instalando unas especies de espoletas para tratar de darles más dirección y capacidad de maniobra.
Pero la pregunta continúa siendo la misma: ¿Tienen las Farc misiles antiaéreos?
Algunos pilotos y tripulaciones militares y policiales han reportado que en medio de las operaciones contra zonas ‘estratégicas’ para las Farc, en lo profundo de la selva, vieron pasar “fogonazos” por el lado de los helicópteros de combate y de transporte de tropas. “Se puede tratar de cohetes rockets, pero cuando hablamos de misiles, eso es otra cosa”, advirtió una fuente de Inteligencia castrense.
‘Plan renacer’
Desde hace tres años largos se sabe que en el llamado “Plan Renacer”, que diseñó como estrategia de guerra el entonces jefe (abatido el año pasado en Cauca) Guillermo León Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano, máximo cabecilla de las Farc, se contemplaba la adquisición de misiles para revertir la ventaja estratégica de las Fuerzas Militares en materia aérea.
Incluso desde antes del “Plan Renacer” se alcanzaron a conocer informaciones que daban cuenta de que la subversión había contactado al llamado “Mercader de la Muerte”, el ruso Víctor Bout, con el fin de acceder a misiles portables.
Como se sabe Bout fue capturado el 8 de marzo del 2008 en Tailandia, en una operación internacional liderada por EU. Tras ser remitido a territorio norteamericano, el 5 de abril de este año una jueza federal de Nueva York le impuso una condena de 25 años de cárcel, precisamente, por vender armas a las Farc, pero sobre todo fusiles y otros pertrechos.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses indicaron que en desarrollo de la investigación para lograr la captura de Bout se supo que éste había ofrecido vender a la guerrilla colombiana entre 700 y 800 lanzacohetes y que, además, tenía 100 misiles disponibles.
El caso Bout fue más allá del que tuvo lugar en una corte federal de EU que condenó a 25 años de prisión al ciudadano libanés Tareq Mousa al Ghazi, por intentar vender fusiles de asalto AK-47 pero también misiles a las Farc.
El también abatido cabecilla de las Farc, Tomás Medina Caracas, alias El Negro Acacio, negoció con los hermanos peruanos Luis y Frank Aybar Cancho, la compra de 10 mil fusiles AK-47, mientras que en Centroamérica el grupo guerrillero pretendía adquirir un lote de misiles que había quedado de la guerra en Nicaragua.
Los servicios de Inteligencia explicaron que, al parecer, los misiles ingresaron a Colombia, pero en poder de la guerrilla de las Farc se deterioraron porque no hallaron cómo mantenerlos, pues requieren un cuidado especial que difícilmente se puede obtener en la selva.
Sí pero no
El ex comandante de la Fuerza Aérea y hoy presidente del Cuerpo de Generales y Almirantes de la Reserva Activa (Acore), general (r) Héctor Fabio Velasco, afirmó que desde 1999 se sabe que las Farc tenían misiles tierra-aire.
“No es la primera vez que vemos y sabemos de esos elementos. En 1999 las Farc adquirieron en un país centroamericano unos misiles de éstos, pero ese armamento requiere una preservación muy especial en un ambiente seco y frío, en la selva o en climas tropicales no se conservan bien, porque se dañan muy fácilmente”, precisó.
Insistió en que “nosotros teníamos conocimiento cuando se recuperó la zona de distensión de que allá tenían tres misiles, pero nuestros pilotos están preparados para enfrentar esa amenaza y hoy en día contamos con los equipos de tecnología de punta para conjurar eventuales ataques con estos misiles”.
Recordó que cuando fue comandante de la FAC tuvo conocimiento de que las Farc tenían 25 misiles comprados en Centroamérica, “pero solo tres les habían servido… No sé si serían los tres del lote de 25 o nuevos misiles. No sabemos si los usaron, pero no hubo ningún hecho qué lamentar”.
Frente a la noticia de la semana pasada, de un video revelado por RCN televisión, Velasco dijo que no se trata de un armamento nuevo.
“Vi por televisión el lanzamiento de un misil por un guerrillero y la trayectoria y la velocidad con la que se desplaza demuestra fácilmente que es un equipo de primera generación y, en segundo lugar, se trata de un equipo obsoleto y viejo, aunque no se puede descartar que en algún momento puedan hacer daño. Pero, reitero, nuestros pilotos de los aviones y helicópteros de reconocimiento y combate, están preparados para enfrentar esta amenaza”, indicó el comandante de la FAC.
Acotó el general retirado que “lo que pueden tener las Farc son unos excedentes (de estos artefactos) que hubo en algunos países que se pudieron haber perdido en Suramérica o en Centroamérica, pero se trata de unos equipos viejos”.
Reiteró que “para disparar un misil se requiere un excelente conocimiento, un exigente entrenamiento y una permanente preparación. Y, en segundo lugar, de un sector adecuado para almacenar esa clase de equipo de guerra, algo que no tienen las Farc. En la selva no se puede mantener esa calidad de equipo como debe mantenerse para tener efectividad cuando se requiere su utilización”.
“No quiero decir que en algún momento no nos puedan hacer daño con esos misiles, con ametralladoras punto cincuenta y otras armas pero, insisto, nuestros pilotos están preparados para enfrentar este tipo de amenazas”, afirmó.
Agregó que debido al actual momento de debilidad que viven las Farc “es difícil la adquisición de misiles, porque se trata de un armamento que es muy fácil de detectar y para el país que los suministre sería un grave compromiso”.
“No se sabe qué buscan las Farc con el abandono de un misil y el disparo de otro… Ese grupo acude a todo tipo de argucias y hasta mentiras… Cuando se accidentó un avión de la FAC en Cauca, salieron de inmediato a afirmar que lo habían derribado, pero no fue así. Todo es posible en ellos, pero tampoco se les puede creer todo”.
¿Demostración de poder?
Para el catedrático de la Universidad Javeriana, experto en temas de seguridad y analista internacional, César Torres del Río, las Farc cada día sorprenden más a los colombianos.
Sin embargo, precisó que frente a este tema se deben tener en cuenta otros hechos: para tener misiles tierra-aire se requiere que permanezcan en lugares adecuados y con todas las normas y procedimientos para evitar su deterioro porque, de lo contrario, pierden su capacidad, potencia y se registra la obstrucción de sus mecanismos.
Agregó el analista que esta situación, la del video, ofrece varias aristas. La primera es que parece ser que hicieron una demostración de lo que podrían hacer a medida que vayan adquiriendo mayor experiencia en el manejo de estos misiles. En segundo lugar, que quisiera tal vez anunciar al país que están en capacidad de nivelar la ofensiva que las Fuerzas Militares ejercen sobre ellos, “algo que en verdad parece inalcanzable en estos momentos”.
Torres del Río reiteró que “el manejo de los misiles o ese tipo de armamento requiere unas condiciones ambientales específicas, porque si se dejan al aire libre, al agua o al sol, esos artefactos pierden su capacidad de destrucción. Además las Fuerzas Militares están en una ofensiva que le impide a las Farc poder transportar ese armamento pesado y, además, poder utilizarlo en unas condiciones que le permitieran dar en el blanco y obtener resultados exitosos para sus fuerzas e impactar a la opinión pública internacional”.
Insistió en que “obviamente las Farc quieren hacer una demostración de poder, pero tenemos que ser realistas: adquirir ese armamento en los mercados negros no es fácil y transportarlos hasta Colombia a través de las fronteras marítimas, terrestres o los puertos es muy difícil y dispendioso y mucho más llevarlos hasta los campamentos guerrilleros. Parece ser más una demostración de que pueden adquirir armamento, pero no podemos decir con certeza que, en el caso en que fracasen los diálogos, podrían las Farc pasar a un nivel superior en la confrontación con las Fuerzas Militares”.
Cohete vs. misil
Para el consultor en seguridad y defensa, así como coronel en retiro Jhon Marulanda, hay que diferenciar entre lo que es un cohete y un misil.
“En ambos tipos de armas podemos encontrar cohetes tierra- tierra y tierra-aire, aire-tierra y aire-aire. La diferencia entre un cohete y un misil, es que esta última arma tiene un sistema de direccionamiento que lo hace más preciso”, explicó.
Marulanda reveló que “los primeros misiles fueron los SA-7 y SA-8, de fabricación rusa, que fueron hechos para derribar aviones y helicópteros. Eran guiados a través de un buscador de calor y en el caso de los aviones, el calor que salía de sus turbinas”.
Sin embargo, “los misiles que buscan las Farc son aquellos que pueden ser lanzados por un solo hombre, aunque hay otros misiles que pueden adquirir los blancos aéreos a través de sistemas de un radar. Sin embargo, este artefacto requiere el despliegue y funcionamiento de un radar y este proceso hace más vulnerable a las Farc”.
En cuanto al misil decomisado a la guerrilla de las Farc, el experto dijo que pertenece a la primera generación y presenta muchos problemas con sus baterías. “Son artefactos de guerra que ya no están en uso, pero hay mucho remanente de ellos, especialmente, en Centroamérica, donde fueron utilizados”, indicó.
Explicó que no existe, técnicamente hablando, un cohete antitanque que sea útil para derribar un avión. Sin embargo, se puede disparar un RPG de fabricación rusa, por ejemplo, contra un helicóptero cuando está aterrizando o contra un avión en tierra, en su posición vulnerable. Pero un RPG es un cohete y no un misil.
Reiteró que un misil “es un armamento diseñado para ser lanzado desde la superficie terrestre por una persona, es decir, un misil portátil, o por una instalación o plataforma para alcanzar aviones y helicópteros en vuelo y durante el empleo de estas armas de guerra, sus operadores se vuelven vulnerables”.
Marulanda explicó que los misiles de este tipo pueden ser artefactos muy baratos y de fácil adquisición en el mercado negro y suponen un peligro para la navegación aérea.
El consultor dijo que los misiles de primera generación, como el SA-7 soviético, pueden destruir o causar serios daños a las aeronaves, pero tienen el inconveniente de su poca orientación y además de desorientarse con otras emisiones de rayos infrarrojos relativamente cercanas, entre ellas las bengalas de magnesio e incluso con el sol.
Marulanda señaló que la amenaza es real, pues se estima que en poder de grupos irregulares y en los mercados negros en el mundo se encuentran entre cinco mil y ciento cincuenta mil de estos misiles de primera generación.
“El accionar de las Fuerzas Militares y de la Policía hace imposible que las Farc puedan avanzar y por esta razón esas guerrillas están buscando desesperadamente alguno de estos misiles, pero por lo que vimos hasta ahora no lo han logrado”, acotó.
Frente al video revelado la semana pasada, insistió que “se trata de un misil de primera generación desueto. Pero, sin embargo, podría llegar a generar un derribo de un avión de fumigación de la Policía Antinarcóticos que vuela a baja altura o de un helicóptero de transporte militar… Y si llegara a suceder entonces estaríamos escribiendo no un episodio sino un nuevo capítulo de la confrontación armada en Colombia”, precisó.
Aseguró que “lo que dispara el guerrillero es un misil SA-7, pero no hay suficiente claridad para dónde lo dispararon, si lo hicieron contra el helicóptero o era una demostración, o si lo dispararon para establecer si era bueno… Lo cierto es que este episodio tiene mucho de propaganda psicológica”.
Recordó, eso sí, que tiene un reporte que data de 1998 cuando un piloto de un avión de la FAC comunicó que había detectado rampas que fueron activadas en el momento en que decolaba en el aeropuerto de Saravena.
“… Los misiles SA-7 y SA-8 rusos necesitan tener la visual del blanco que esperan impactar y se hace muy vulnerable la posición del hombre que hace el disparo, además esos artefactos dejan una gran estela de humo lo que hace posible que los pilotos adelanten maniobras evasivas y con los sistemas de distracción electrónica los desvían y engañan, y hasta pueden atacar al autor del disparo”, acotó.
Puntualizó que “para las Farc en este momento es muy difícil conseguir los misiles a pesar que hay un mercado negro… Además es difícil ingresarlos al país y llevarlos a los campamentos donde están y mantenerlos adecuadamente sin que se deterioren”.
Son obsoletos: FAC
Para el comandante de la FAC, general del aire, Tito Saúl Pinilla, aunque las armas antiaéreas halladas a las Farc pueden ser una amenaza para las aeronaves de la Fuerza Pública, son viejas y necesitan mucho cuidado y entrenamiento para su uso.
“Es una amenaza de los años sesenta y ya muchos países los desecharon porque han cumplido su tiempo de servicio. Y tienen un fundamento especial: su mantenimiento, su entrenamiento y su batería… Si una de esas tres cosas no funcionan bien, muy seguramente no va a operar”, explicó.
El Comandante de la FAC aseguró que las tripulaciones de las Fuerzas Militares y la Policía están preparadas para enfrentar amenazas antiaéreas. “Hemos venido trabajando en los últimos años en cómo mejorar los equipos dentro de los helicópteros y de los aviones para evitar este tipo de misiles”.
Agregó que “aunque las primeras informaciones apuntan a que las Farc adquirieron este tipo de misiles para defender a sus cabecillas, no han tenido ningún tipo de resultado para evitar que la Fuerza Pública logre abatirlos en combate como ocurrió con Cano, Reyes, Briceño Suárez y más de 50 de sus mandos medios y numerosos guerrilleros de base.
Preocupación
Por último, el director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, afirmó que el hallazgo de un misil tierra-aire en poder de las Farc preocupa al alto gobierno, a los colombianos y a las Fuerzas Armadas.
“… El terrorismo quiere seguir empeñado en preservar en el narcotráfico la fuente de financiación. De tal suerte que esto nos lleva a reiterar el ofrecimiento hasta de 50 millones de pesos para quien con su información nos permita neutralizar la tenencia de estos artefactos”, afirmó Palomino.
Lo cierto es que la Policía Nacionalencontró en los primeros días del año en curso siete cohetes antitanques de fabricación rusa que estaban en poder de la columna móvil Jacobo Arenas de las Farc, en el corregimiento San Joaquín, en comprensión municipal de El Tambo, en Cauca.
“En una caleta estaban los siete artefactos con los que se ataca a tanques o fortificaciones blindadas y en algunos casos aeronaves”, precisó en ese entonces el comandante de la Policía Cauca, coronel Ricardo Alarcón.
Los cohetes antitanques miden un metro 70 centímetros y se disparan desde unas rampas hechizas. En el mismo operativo también fueron encontradas tres granadas M-72 antitanques para RPG, una granada IM-26 y una granada MG-HG -101.
En marzo pasado la Policía ubicó, también en Cauca, un centro de acopio de armas no convencionales de las Farc.
Pero, como se dijo, el problema no radica en el tema de los misiles como tal, sino en las armas que son capaces de impactar y derribar aeronaves. En este aspecto resulta aún más preocupante que los cohetes lo que pasó hace tres años cuando fueron incautadas sobre la vía Panamericana, al sur del país, varias ametralladoras de fabricación soviética con alta tecnología que pueden impactar y derribar aviones y helicópteros.
Incluso recientemente, el pasado 9 de diciembre, la Dijín de la Policía decomisó 42 fusiles de asalto AK-47, Fall y R-15, cincuenta granadas de fragmentación y 1.100 cartuchos calibre punto 50, correspondiente al tipo de armamento no convencional y de largo alcance con el cual se pueden impactar aviones y helicópteros.