El gobierno de Venezuela tiene en sus manos "la llave" para el éxito del diálogo político iniciado con la oposición, pero un acuerdo requerirá del esfuerzo de todas las partes, dijo el diplomático estadounidense Thomas Shannon.
"Mucho de esto dependerá de la buena fe de los que participan del proceso. En muchas maneras, el gobierno tiene la llave para el diálogo", dijo Shannon, subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos Políticos, en una rueda de prensa en Washington a su regreso de Caracas, donde esta semana se reunió con las partes involucradas.
En la visión de Shannon, "la llave" del proceso está en manos de los responsables del gobierno porque "son ellos los que tienen los presos, son quienes controlan la organización electoral, y son los que tienen que estar de acuerdo en sentarse con la sociedad civil y la oposición para decidir los próximos pasos".
El alto diplomático estadounidense añadió que, "al fin de cuentas, el proceso requerirá que las partes se pongan de acuerdo".
Para Shannon, el diálogo es "frágil pero muy importante", al considerar que se trata de "un esfuerzo de buena fe para encontrar una salida pacífica a la crisis política que ha paralizado a Venezuela".
El hecho de que el gobierno y representantes de la oposición "se hayan sentado juntos, es un paso enorme", señaló el alto diplomático estadounidense.
De igual modo, añadió, que el diálogo se realice en presencia de representantes del Vaticano permite que haya una "atención global" sobre la marcha del proceso.
El gobierno y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) iniciaron conversaciones el domingo, bajo el auspicio del Vaticano y Unasur.
En medio del diálogo, el gobierno excarceló el lunes a cinco opositores, y la oposición suspendió el martes un juicio sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis, así como una marcha al palacio presidencial de Miraflores.
Pero las tensiones volvieron a surgir, luego que Maduro tildó de "terrorista" al partido Voluntad Popular, fundado por el encarcelado Leopoldo López, a lo que la MUD acusó al mandatario de dar "una patada a la mesa" de negociación.
Además, la oposición, que reclama entre otras cosas un adelanto de elecciones y liberación de "presos políticos", puso un plazo hasta el 11 de noviembre para recibir gestos del gobierno, lo que Maduro tajantemente rechazó.