Una política social contundente para el consumidor y para el productor o cultivador primario,  es el abrebocas de lo que será el diseño de los planes en los próximos años para la lucha contra las drogas, diseñados por las regiones con el respaldo de Gobierno Nacional.

En la apertura del Primer Encuentro Nacional de Regionalización de Política de las Drogas, -organizado por el Ministerio de Justicia y del Derecho, y en el que participan más de 200 representantes de los territorios colombianos-, el eje de la discusión se centró en la prevención y el fortalecimiento de estrategias regionales de intervención social.

“Somos un alumno aventajado, hemos hecho todo lo que la comunidad internacional ha dicho que es necesario hacer, hemos aplicado cada remedio, hemos sido enfáticos en aplicar cada estrategia, hemos puesto recursos no solo económicos sino humanos pensando que lo que estamos haciendo es el camino adecuado. Yo creo que algo sí nos ha faltado, nos ha faltado un diálogo regional más profundo y estructurado. En otras palabras: nos ha faltado un enfoque territorial”, indicó el nuevo director de Política contra las Drogas del Ministerio de Justicia y del Derecho, Javier Flórez Henao.

El alto funcionario explicó que se necesita una política en la que se complementen las diferentes estrategias: una política criminal dirigida a los eslabones más fuertes de la cadena del narcotráfico y a los eslabones débiles (el pequeño cultivador y el consumidor), darles un trato diferenciado con política social sostenible y contundente. Flórez Henao extendió en nombre del Gobierno Nacional una invitación para que las regiones pregunten, cuestionen y propongan ideas para poner fin a esta problemática.

Mientras hay zonas –según información citada en este encuentro- donde la oferta de drogas y la presencia de cultivos ilícitos son muy problemáticas, el consumo y el tráfico deben ser el centro de la atención estatal en otras. Por ejemplo, en Nariño se concentra el 27 por ciento de los cultivos ilícitos; casi el 15 por ciento en Putumayo y el 13 por ciento en Norte de Santander. “En las grandes ciudades están los grandes consumidores, y tenemos que generar estrategias que nos permitan corregir y frenar el abuso”, expresó Flórez.

“La coca no existe porque existe la mata. Existe porque hay vulnerabilidad social. Para el Gobierno es muy importante escuchar a las regiones para tomar las mejores decisiones en materia de política pública. Queremos que este diálogo región–Nación se convierta en una herramienta fundamental para este nuevo debate que se abre en Colombia que nos lleve a una política pública acertada, que corrija las vulnerabilidades territoriales y que nos permita saber y entender qué está ocurriendo en las regiones”, agregó Flórez.

En el mismo sentido se pronunció el representante para Colombia de la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas (UNODC), Bo Mathiasen, quien se mostró partidario de descentralizar el tratamiento del problema ya que esta problemática “no puede ser abordada con un solo lente ni una sola voz”.

 “Yo diría que en los países donde la política se ha enfocado en cabecillas y han tratado a los pequeños delincuentes de manera diferenciada, se ha logrado un enfoque más social. Es importante de que Colombia valore el costo-beneficio”, indicó.

En este primer diálogo con las regiones, se continuará con el abordaje de temáticas como el narcomenudeo, el consumo de sustancias psicoactivas, los delitos de alto impacto asociados a estas problemáticas y el papel de los Consejos Departamentales de Estupefacientes.

En la jornada de mañana viernes, el Ministro de Justicia Yesid Reyes Alvarado, estará a cargo del cierre de la jornada.