El ministro saudita del Petróleo rechazó que su país encabece una guerra de precios del crudo en los mercados mundiales, en un contexto de continua caída del valor del barril.
"Hablar de una guerra de precios es una señal de falta de comprensión" de la situación, "deliberada o no, y no tiene fundamentos reales", dijo Ali Al-Naimi en una conferencia en Acapulco, según el texto de su discurso.
"La política petrolera saudita permaneció constante en las pasadas décadas y no ha cambiado ahora", dijo el funcionario cuando su país rebajó los precios del crudo que vende a Estados Unidos, un país que produce cada vez más petróleo.
"No buscamos politizar el petróleo, y tampoco afectar a nadie. Para nosotros, es una cuestión de oferta y demanda. Son solo negocios", añadió.
La semana pasada Arabia Saudita llevó los precios del petróleo a mínimos en años cuando anunció que rebajaba los precios del crudo destinado a Estados Unidos, al tiempo que aumentó lo que cobra a países asiáticos.
Analistas consideran que el país quiere mejorar su parte de mercado en Estados Unidos.
Algunos especulan que los sauditas quieren llevar el precio del crudo tradicional a un punto en el que la producción de petróleo de esquisto -base del boom productivo de oro negro en Estados Unidos- sea económicamente inviable.
Este incremento de producción restó a Arabia Saudita influencia en la evolución del mercado del crudo.
Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunirán a fines de noviembre en Viena en su reunión ordinaria para evaluar sus cuotas de producción/AFP.