Mineiro ganó la Recopa Sudamericana | El Nuevo Siglo
Miércoles, 23 de Julio de 2014

El Atlético Mineiro conquistó este miércoles su primera Recopa Sudamericana al vencer en la prórroga por 4-3 al argentino Lanús con dos autogoles.

Gustavo Gómez Portillo a los 102 y Víctor Ayala a los 111 dieron el título al local con goles en contra y permitió al Mineirao de Belo Horizonte, el estadio del 'Mineiratzen' alemán en el Mundial de Brasil-2014, volver a sonreír.

Era la primera Recopa que disputaba el Atlético tras imponerse en la Copa Libertadores de 2013, que se suma a sus dos Copas Conmebol (1992 y 1997). En la ida, disputada la semana pasada en Buenos Aires, el 'galo' se impuso por 1-0.

Diego Tardelli anotó por su parte su centésimo gol con el 'galo' a los 6 y Maicosuel su primero en partidos oficiales en el 37. Por el 'granate', campeón de la Sudamericana del año pasado, marcaron Ayala (8), Silva (25) y Acosta (90+3). Ese último tanto, a minutos del pitazo final, forzó la prórroga.

Podría ser el último título de Ronaldinho Gaúcho en el Atlético Mineiro, en medio de los rumores sobre su transferencia que circulan en la prensa brasileña. ¿Boca Juniors o Fluminense? El R11 no respondió.

El 'Dinho', que fichó con el Atlético en 2012 después de problemas salariales con el Flamengo, tiene 28 goles en 86 partidos con el 'albinegro'.

Una final entre argentinos y brasileños no podía ser diferente. Un juego de mucho contacto, faltas, mucho goles, peleas, emociones. Fue electrizante.

El autogol de Gómez --un centro de Luan para Jo, que el zaguero desvió al arco de Marchesín-- era el tanto que necesitaba el 'galo' para conquistar su cuarto título internacional. El de Acosta sentenció a los de Argentina: el mediocampista trató de desviar un balón con un cabezazo que terminó en el fondo de la red. Fue un golazo, pero en contra.

La celebración pudo haber sido antes de que se cumplieran los 90 minutos, pero ese gol de Acosta forzó el alargue. Santiago Silva cabeceó un centro al área que Victor pudo defender, pero en el rebote, el atacante, que terminó expulsado por acumulación de tarjetas, le ganó a Emerson Conceiçao y empujó el balón al fondo de la red, forzando 30 minutos más de juego.

Los goles llegaron temprano. Ya antes del descanso habían cuatro goles en la pizarra.

Habían pasado cinco minutos y el uruguayo Roberto Silveira sentenció el penal a favor del local. Un tiro desde la esquina de Ronaldinho Gaucho fue cabeceado por Leo Silva, pero el lateral Carlos Araujo desvió el balón con el brazo.

Tardelli cobró un tiro al palo derecho, que engañó a Agustín Marchesín. Fue su centésimo gol con la camiseta del 'galo', en el que militó primero entre 2009 y 2011 (marcó 73 en 114 juegos) y luego desde febrero del año pasado.

Después del cobro, Tardelli celebró vistiendo una camiseta negra de conmemoración a sus 100 tantos y fue amonestado.

Con el gol el Lanús no se amilanó y el Mineiro se apagó. Los argentinos reaccionaron rápidamente para conseguir el empate parcial en los pies de Ayala, un minuto y medio después. Libre en el área, el volante remató con un tiro fuerte desde la entrada del área que Víctor no pudo detener.

El 1-1 en la pizarra aún beneficiaba al Mineiro y fue cuando vino el gol de Silva. Victor defendió un cobro de Velásquez, pero en el rebote, el '9' de los argentinos le ganó el duelo a Jo y mandó un piconazo que pegó en el travesaño antes de terminar en el fondo de la red, forzando los penales.

El de Maicosuel no puso de nuevo a los de casa en el podio, sino que fue su primero oficial vistiendo el uniforme blanquinegro.

Marcos Rocha apareció libre por el lado derecho y, con calma, centró para el exjugador del Undinese italiano.

En el vestuario, Culpi le dijo a sus muchachos: no podemos tener esos sustos. Y salió más organizado, marcando bien y jugando de forma más serena. A fin de cuentas, el 2-2 les garantizaba el título.

Lanús no se entregó y buscó con garra remontar el marcador y marcó tres goles, solo que dos en contra y se van a casa con el sabor amargo de la derrota. Fue la vez de los brasileños, que levantando el trofeo hicieron una especie de exorcismo al Mineirao.