Millos de Lunari empezó a despejar dudas | El Nuevo Siglo
Domingo, 8 de Febrero de 2015

ANSIEDAD. Eso era lo que existía entre directivos, aficionados y hasta el cuerpo técnico, en torno al debut de Millonarios en la Liga Águila 1 y la misma creció con el paso de los minutos, pero al final hubo tranquilidad y no solo por el resultado.

Los azules derrotaron 2-0 en El Campín a Patriotas con doblete de Jonathan Agudelo, pero el marcador pudo ser un poco más amplio de no ser por el palo y las aparatosas atajadas del golero Juan Castillo.

Pero más allá del resultado, los celestes, encabezados por su presidente Enrique Camacho y su técnico Lunari, la calma que hoy respiran es porque el equipo mostró pinceladas de buen fútbol y el talento afloró en los botines de Federico Insúa, quien se echó a la afición al bolsillo y, cuando salió, en los de Mayer Candelo.

Millonarios tiene cómo jugar bien al fútbol porque aparte de uno de los dos experimentados jugadores ya mencionados, está Javier Reina, quien ha ido en ascenso y David Silva quien cumplió tanto como volante de marca al lado de Fabián Vargas o como mixto haciendo línea de tres junto a Insúa y Reina.

Los dos atacantes se siguen moviendo bien. Agudelo va ganando confianza y aunque Fernando Uribe no marcó, tuvo una oportunidad clara que le atajó Castillo, abrió espacios, evitó la salida de los laterales o los centrales y bajó a colaborar o buscar el balón al mediocampo, cuando fue necesario.

Hubo algunos momentos en los que la ansiedad aumentó porque Patriotas no fue un rival fácil. Los dirigidos por Harold Rivera vinieron a El Campín a plantar cara y lograron enredarle el partido al local por un largo pasaje, especialmente en el primer tiempo.

Pero como en todos los partidos cerrados, complicados, el talento es el que marca el desequilibrio, un pase cruzado de Reina permitió el lucimiento de Insúa, quien de taco habilitó a Agudelo para que marcara el primer gol.

Cuando se abrió el marcador y el técnico Rivera quiso apostar por el empate, Millonarios continuó con su intención de jugar bien al fútbol, de tener el balón, de explotar los espacios que le dejó el rival, pero de la misma manera se le notaron algunas falencias. 

Los celestes dejaron espacios que pusieron en aprietos al golero Vikonis, quien respondió cuando fue exigido y le dio tranquilidad a sus compañeros y aficionados.

Machado, el lateral izquierdo, en marca estuvo bien pero cometió demasiados errores en ataque y tal vez por ello Lunari optó por sacar a Reina y enviar a la cancha a Luis Mosquera, para que le ayudara, pero aun así Patriotas se les acercó y fue cuando emergió Román Torres como la solución con sus cierres rápidos.

Lugo se fue en medio de los aplausos Insúa y el estadio le dio la bienvenida a Candelo para esta nueva temporada y él los compensó con dos tacos y un pase magistral para la segunda anotación y con ella hubo calma para administrar el marcador y sumar los tres primeros puntos del año.

Así mismo, las dudas que dejaron los partidos de pretemporada se disiparon y Millonarios mostró que con Vikonis en el arco, Torres en la defensa y tal vez Machado algo más aplomado, sin hacer una de más cuando va al ataque, se va a ganar solidez defensiva, pues cada vez que el lateral izquierdo entregó mal el esférico o se lo quitaron nació una acción con riesgo en favor de Patriotas. Y Vargas, Silva, Insúa y Reina o Candelo o Vásquez, el talento, la inventiva, está garantizada en el sector medular aunque no se le puede olvidar a Lunari que para partidos por fuera de Bogotá es necesario tomar medidas preventivas y reforzar la zona de marca para evitar que le lleguen con tanta facilidad.

Buena cara mostró Millonarios en su debut en la Liga Águila, pero hay cosas por corregir y por ver. Patriotas fue un rival exigente, complicado, que vino a defenderse, pero sin renunciar a atacar y por ello exigió en un par de ocasiones en el primer tiempo y en la segunda mitad al golero Vikonis.

Muy contenta se fue la afición que en buen número asistió a El Campín y la ansiedad se transformó en tranquilidad para los directivos, jugadores y sobre todo para Lunari, quien ayer reconoció que sabía que los hinchas lo recuerdan con cariño pero esperan que como técnico demuestre que es capaz.

Por ahora solo resta esperar a ver el rendimiento del plantel en los siguientes compromisos, aunque algo sí está garantizado y es que hay talento, mucho talento.