Millonarios vence 3-1 a Nacional en Liga | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Febrero de 2014

Ni el más optimista de los aficionados se imaginó que un Millonarios criticado, desahuciado y prácticamente condenado a enviar a su entrenador Juan Manuel Lillo de regreso a España por barco, fuera a ganarle a Nacional y mucho menos, a hacerlo ver tan mal.

El planteamiento del estratega español descompuso por completo a la Máquina Verde, que muy poco hizo por dar vuelta al marcador y por quitarse de encima la presión a que lo sometieron los azules.

Se suponía que losEmbajadores sentirían la responsabilidad de tener que cambiar una mala imagen dejada por dos derrotas consecutivas ante rivales de menor peso, como Equidad y Boyacá Chicó, pero la jerarquía de algunos elementos, como Román Torres, Fabián Vargas, Mayer Candelo y Dayro Moreno, contribuyeron para que en general el equipo rindiera y mostrara pinceladas de lo que puede dar a lo largo del torneo.

En la cancha estaba un equipo en construcción y uno ya edificado, pero pareció que todo fuera al contrario porque el que se vio bien fue el local, del que se dijo entre semana, no tenía brújula ni sabía a qué jugar y, el que se vio mal fue el visitante porque no supo cómo contrarrestar lo planteado por el rival y, sobre todo, en los primeros 45 minutos no supo cómo crearle problemas a la defensa azul.

Millonarios fue dinámico, ordenado, supo retroceder y mostró alternativas para romper el esquema defensivo de Nacional.

El toque, con gran velocidad y explosión por los costados, le permitió ser profundo y atacar en bloque el terreno ‘Verdolaga’ al que sumaron orden, concentración y una clara actitud por llevarse su primer triunfo como local.

Tan es así que muy pronto Dayro Moreno, quien tras recibir un pase preciso puso a ganar a su equipo, aunque quedó la duda de si el artillero partió en posición adelantada.

Luego vino el gol de Ómar Vásquez, cuando no se llegaba a los 20 minutos del partido, lo que hizo prever que el marcador sería amplio, sobre todo porque Nacional no reaccionó, o el rival no se lo permitió.

Cosa diferente fue el segundo periodo, en el que los cambios de Osorio dieron resultados y Nacional fue más agresivo, al tiempo que Millonarios le regaló buena parte del terreno, permitiendo que a través de las continuas faltas cerca del área el rival le causara problemas, hasta que Cardona lograra el descuento.

Pero como la cosa era ganar o ganar, Millonarios reaccionó y no le dio tiempo al rival de envalentonarse y fue Román Torres quien al cobro de un tiro de esquina por sorpresa, con un cucharazo decretó el 3-1, que al final fue definitivo.

Por donde se le mire, fue un gran triunfo para Millonarios, por el momento que vivía el equipo, por el rival, porque los jugadores demostraron jerarquía, actitud y porque se vieron pinceladas de eso que pretende el técnico Lillo del plantel.

Pero si bien es cierto Millonarios cumplió, también lo es que la campaña no depende solo de este partido y que lo hecho ayer en El Campín, ante una afición fiel, se tiene que revalidar partido tras partido.

Millonarios no es una institución de procesos sino de resultados y eso lo debe tener claro Lillo, quien demostró que si algo tenía bien claro era que el partido de ayer tenía un valor mayor a los demás porque para los hinchas azules ganarle a Nacional es como obtener un título, guardando las proporciones.

Al visitante le quedó la enseñanza de que no se puede subestimar al rival y que por mal que éste luzca, hay que jugarle con lo mejor. Y no es que la nómina presentada sea mala, pero sí faltaron algunos elementos de peso.

¿Los lunares del partido?: las expulsiones del defensor Enríquez del visitante y de Vásquez en Millonarios, sobre todo porque el volante azul fue irresponsable al golpear a Cardona.

Por lo demás, un partido bien jugado por el local y una Máquina Verde que esta vez, más que descomponerse sola, fue descompuesta por el planteamiento y el trabajo del rival.