A Millonarios se le volvió a embolatar el libreto | El Nuevo Siglo
Domingo, 14 de Abril de 2013

La claridad y la solvencia ofensiva que pareció haber recuperado Millonarios en el clásico pasado se le volvió a embolatar y con un gran trabajo defensivo, su compañero de patio lo derrotó 1-0.

 

La única anotación llegó al minuto 4 del inicio en una acción que, como cosa rara, nació de un error en la entrega de Járol Martínez, quien le dejó el balón a Ómar Pérez, que lo filtró y al intentar rechazarlo el panameño Román Torres lo envió al fondo de la red cuando el golero Robinson Zapata ya estaba jugado.

El gol fue justo premio para los Cardenales que salieron a buscar el partido, a vengar la derrota 3-1 de una semana atrás y con la presión que ejercieron sobre la defensa azul, obligaron al error.

Con la tranquilidad del marcador a su favor, Santa Fe se replegó, se hizo sólido en defensa y a ello se sumó que los volantes de primera línea, Gerardo Bedoya y Daniel Torres estuvieron activos, seguros y no permitieron que Mayer Candelo y Harrison Otálvaro fueran claros en el transporte del balón y mucho menos para habilitar a los delanteros Wason Rentería, que se movió e inquietó, y a Freddy Montero que se distrajo reclamando a sus compañeros porque no le daban el esférico al pie.

 

Mientras la claridad de los volantes embajadores se traspapelaba y con la lesión de Lewis Ochoa se perdía una alternativa para darle salida al equipo, Santa fe crecía en su trabajo defensivo, al punto que el golero Camilo Vargas muy poco trabajo tuvo.

Además, los Cardenales no se conformaron con el 1-0, sino que buscaron aumentar la cuenta y con la presión ejercida obligaron a que su adversario cometiera errores en la entrega y tuvieran que multiplicarse para corregirlos o al golero Zapata exigirse para evitar otra caída de su valla.

Para la segunda mitad, con el ingreso de José Tancreddi, Millonarios reaccionó, le quitó el balón a los rojos, pero fue improductivo, romo en su ataque y carente de ideas para romper ese cerco defensivo que le montó el rival.

Tan inofensivo fue el local que solo en una ocasión tuvo que exigirse el golero Vargas y fue ante un cabezazo de Jorge Perlaza, que había ingresado unos minutos antes. Por lo demás, fue una tenencia de balón intrascendente, frente a un rival que se quedó con 10 hombres por la expulsión de Juan Daniel Roa, factor que tampoco fue capitalizado por los dirigidos por  Hernán Torres.

 

Santa Fe lo tuvo todo a su favor ayer. Fue sólido en defensa, solvente en el medio campo e inquieto en ataque con Martínez Borja, que se las arregló para mantener entretenidos a Román Torres e Ignácio Ithurralde. Además, el argentino Ómar Pérez se las arregló no solo para manejar el equipo, darle salida cuando fue necesario e inquietar a la defensa azul, sino que  ayudó en la marca y ya sobre el final, dejándose caer, para ganarse segundos y bajarle la presión a que estaban siendo sometidos los Cardenales con un desordenado ataque del local.

Millonarios volvió a partidos anteriores en los que se les nublan las ideas, no es profundo ni contundente en ataque y mucho menos encuentra alternativas para buscar romper la resistencia de su adversario.

No fue un clásico parecido al anterior. No pulularon las acciones de riesgo sobre los arcos y solo hubo un gol, pero para los aficionados del Expreso Rojo quedó la satisfacción de que solo una semana después vengaron la derrota y su equipo es nuevamente líder en la Liga Postobón I, ya sin la compañía de su eterno rival de patio.

Para la afición azul queda la preocupación de saber que su conjunto todavía no tiene un fútbol continuo que le permita resolver problemas y dar vuelta a marcadores adversos, puesto que así lo dejó entrever. El autogol llegó muy temprano, al minuto 4 y en 86 minutos, los azules no fueron capaces de equilibrarlo, como tampoco las soluciones llegaron desde el banco.