Pese a no conseguir una nueva victoria al enfrentar al Deportivo Cali en el estadio Nemesio Camacho El Campín, Millonarios continúa encabezando el torneo clausura del Fútbol Profesional Colombiano y alarga su invicto a 7 fechas por Liga y 10 si se tiene encienta la Copa Sudamericana, desde la llegada de Hernán Torres al banco técnico Embajador.

En el empate a ceros con el Deportivo Cali se notó en Millonarios el cansancio y la carga en el juego que le ha implicado al equipo capitalino jugar Liga Postobón y Copa Sudamericana, ambos torneos afrontados siempre con la titular más allá de cambios obligados por expulsiones, lesiones o, como en el caso de ésta semana, la negativa del Real Cartagena – en el único juego que utilizó una formación alterna- de aplazar el partido por la sexta fecha que terminaría ganando el azul 2-0.

El de ayer, fue un encuentro muy táctico, difícil para ambos equipos y sobre todo, luchado. Los dirigidos por Hernán Torres apelaron a la confianza que les representó un marco espectacular aportado por su hinchada que acompañó en masa al único líder del FPC y la tranquilidad de seguir siendo, fuera cual fuera el resultado líder una fecha más. Mientras que el Cali, impulsado por Álvaro El Caracho Domínguez, mostró un gran juego, presionó a Millonarios, se cerró en defensa y sacó su arco en cero en una plaza complicada como el Campín.

La fortuna fue placentera con ambos equipos. El equipo local estrelló dos remates en los travesaños, el primero en los pies de Wilberto Cosme tras una buena jugada por la banda derecha entre Lewis Ochoa y José Luis Tancredi. Mientras el segundo tuvo lugar precisamente en los pies del uruguayo, tras un cambio de frente de occidental a oriental y una serie de rebotes en el área, Tancredi soltó un zapatazo que terminó, una vez más, en el larguero, pero ésta vez del arco Norte del “Coloso de la 57”. Por su parte el Cali tuvo su opción más clara tras un remate en el primer tiempo de  Víctor Giraldo.

A pesar que Cali por momentos de vio mejor que Millonarios, el club azucarero no pudo abrir el marcador, encontrándose en la defensa albiazul a un inmenso Pedro Franco que cada partido parece asumir más responsabilidades y responder a ellas con jerarquía y profesionalismo pese a tener apenas 21 años de edad.

Por otro lado, los cambios en ambos equipos parecieron estar “fuera de lugar” los movimientos en la banca realizados por Julio Comesaña, técnico del Cali, y Hernán Torres parecieron no surgir efecto. La entrada de Cristian Nazarith, ex Santa Fe, y de Jefferson Murrillo en Cali no parecieron crear mayor peligro en el arco defendido por Nelson Ramos. Mientras que al otro lado del campo, el técnico azul optó por sentar a sus dos volantes de armado, Mayer Candelo y José Luis Tancredi por Harrison Otálvaro y Rafael Robayo respectivamente. A pesar del gran nivel que venía mostrando Otálvaro, el volante no fue desequilibrante, esto mérito en la marca y presión que realizó obedientemente el Deportivo Cali. Por otro lado, Rafael Robayo vuelve a mostrar su falta de nivel, pese a anotar 2 goles desde su vuelta, uno contra Once Caldas y otro enfrentándose a Guaraní de Paraguay, el volante bogotano no llenó los zapatos de Tancredi, hombre obediente en marca y ataque y que fue clara baja en Millonarios desde el minuto en que salió.

En definitiva uno de los clásicos más importantes del país, por la historia de ambos equipos, quedó en tablas, Millonarios cedió, por primera vez en el torneo, puntos en el Campín pero completó una gran semna en donde ganó 10 de los 12 puntos que disputó, mientras que el Cali sumó un punto que de a poco ayuda a compensar a los perdidos en el Pascual Guerrero.

El Fútbol Profesional Colombiano tendrá una para por las fechas Fifa en que se disputarán las eliminatorias sudamericanas. Un buen momento para que el equipo azul descanse de su carga futbolística y se vuelva a poner a punto para mostrar el lindo fútbol que mostró en las primeras fechas. Es claro que ningún equipo, por muy buen nivel que tenga, puede mantener una constante de triunfos si juega de manera tan seguida y el cansancio ya le está pasando factura al Embajador.