Millonarios le basta un empate para ser finalista | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Diciembre de 2011

Tranquilo, más confiado, Millonarios visita hoy al Atlético Junior en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga Postobón II, en el estadio Metropolitano-Roberto Meléndez de la ciudad de Barranquilla.

Los azules con el 3-0 a su favor saltarán al gramado a manejar el resultado y a contragolpear a los tiburones, que necesitan atacar de principio a fin, con el fin de tratar de pagarles con la misma moneda tras la humillación que recibieron en el estadio El Campín, donde el equipo orientado por José Eugenio ‘Cheche’ Hernández, fue paseado por los Embajadores.


“Millonarios siempre va hacia delante. Los partidos se ganan con goles y nosotros salimos a buscarlos, tanto de locales, como de visitantes. Tenemos una ventaja y la vamos a jugar a Junior como si las cosas estuvieran 0-0”, le dijo el entrenador Richard Páez a sus discípulos en los últimos repasos, antes de volar a la capital del Atlético.


Páez, quien aún no ha definido los once inicialistas, presentaría variantes. Járol Martínez volvería a ser lateral, Pedro Franco sería el acompañante de Alejandro Cichero, mientras que Elkin Blanco reforzaría la mitad del campo, para controlar a los junioristas.
Pese a la amplia ventaja, Millos no se confía. Son conscientes de que Junior en su casa es arrollador y que para evitar que aparezcan con facilidad sobre los predios del arquero Nelson Ramos es necesario administrarles el balón.


Según los análisis que han hecho sobre el Junior, también es prioridad evitar que la bola le llegue a Giovanni Hernández, pues cuando le dan espacios sabe explotar la velocidad de Carlos Arturo Bacca y buscar a Vladimir Hernández, quien con sus remates de media distancia y desde fuera del área es bastante riesgoso.


Atlético Junior está herido y solo ganándoles por goleada a los albiazules podría alcanzar la final. Millonarios le ha anotado a Junior 7 goles en los últimos partidos: 4-1 en la penúltima instancia de la Copa Postobón y en los primeros 90 minutos de las semifinales de la Liga Postobón 3-0, en una demostración de que la escuadra preparada por el médico Richard Páez está mentalizada para apabullar a quien sea en su casa.
Millonarios no la tiene fácil en Barranquilla, pero es bueno recordar que en la Copa Postobón empató 0-0 en el Metropolitano.


Junior tendrá la reaparición del arquero uruguayo Sebastián Viera, al igual que el regreso del zaguero Luis Narváez, quien será el acompañante de Andrés Felipe González, ya que el brasileño Anselmo De Almeida no se recuperó de una lesión.
‘Cheche’ Hernández, además, enviaría desde el pitazo inicial a Víctor Cortés, con la idea de ser más punzantes en ataque. Cortés le da más dinámica a la línea de arriba y como si fuera poco es desequilibrante y efectivo.


Los hinchas del Junior confían en que su equipo sea contundente frente al inspirado Millonarios, que está haciendo todo bien, con una artillería en la que Edison Toloza y Eric Moreno no perdonan los errores, como sucedió en la Capital, donde la defensa de la escuadra del ‘Cheche’ Hernández parpadeó y se llevó 3, que han podido ser 4, 5 o más, si no hubiera sido por las atajadas de Carlos ‘Beto’ Rodríguez, quien evitó que la catástrofe fuera más grande en los 2.650 metros de altura, en los que los jugadores del Junior se fundieron.


La obligación de vencer del Junior, es total. Y no por 1 y 2, sino por 3 goles para que la serie se defina por la vía de la ‘lotería de los penaltis’. Junior avanzaría directamente con un 4-0, algo que los seguidores de Millonarios no creen. “La diferencia es suficiente. Millos es un equipo bien armado de atrás hacia adelante, si le hacen 1 gol, anotan 2”, expresan los aficionados, felices por el espléndido juego que está exhibiendo el club 13 veces campeón de Colombia, que de ponerle sello a la final, buscará la estrella 14 contra el vencedor de la llave entre Santa Fe y Once Caldas.


Los directivos del Atlético Junior esperan que 42 mil personas asistan al estadio y las autoridades de Barranquilla tienen un dispositivo especial, para evitar enfrentamientos entre seguidores de ambos bandos.