El técnico Richard Páez ha aprendido de sus errores y tiene felices a los hinchas.
Los mayores problemas que ha tenido Millonarios para encontrar su mejor línea de juego han sido las inconsistencias defensivas, es un sector en el que el entrenador venezolano Richard Páez ha tenido que laborar demasiado para poco a poco ir dándole la seguridad necesaria, pues al arquero Nelson Ramos había que darle el respaldo con jugadores que brinden confianza atrás.
Páez rotó los defensas hasta que por fin decidió que el verdadero compañero de Pedro Franco debe ser el veterano José Mera, quien, pese a su pasividad, es más acertado a la hora de ir a quitar el balón a ras de césped. Cichero le brinda certeza en los balones aéreos, pero por abajo no, situación que lo llevo a jugársela por ‘San José’, quien, no obstante las críticas, da mas orden a la retaguardia, junto a los laterales Lewis Ochoa y Járol Martínez.
Un equipo de fútbol bien armado en defensa hace las cosas al pie de la letra, apoyados por los volantes Juan Esteban Ortiz, Rafael Robayo y Luis Mosquera, quienes presionan al rival sin cuartel; es tanto el deseo de ganar que muestran que el mismo armador Mayer Candelo se esmera en el quite de la pelota, sin dejar de lado su responsabilidad de buscar a los delanteros Edison Toloza y Erick Moreno, quienes para completar taponan la salida de los adversarios.
Richard Páez ha diseñado un equipo todo terreno, en el que quien logre jugar está comprometido con la asociatividad, nadie se puede quedar mirando hacía donde transita el balón; Páez les ha inculcado el sacrificio, antes que lujos individuales está el juego de conjunto, que fue lo que les permitió vencer al Chicó en el primer lance de la final por la Copa Postobón.
Hoy Millonarios está aprobando el año. El primer semestre le sirvió a Richard Páez para probar jugadores con miras al remate de temporada, en la que ya tienen a tiro de as el título de la Copa Postobón y con él el cupo a la Copa Sudamericana 2012, uno de los objetivos del entrenador, quien prometió corona, aunque no dijo cuál, si la Copa Postobón o la Liga Postobón II.
La meta es ser campeones y están a 90 minutos de ganar la Copa Postobón, que tiene no solo incentivos monetarios del patrocinador del torneo, sino la participación internacional, que da prestigio y dólares. Quienes han observado despectivamente la Copa Postobón están fuera de lugar, no se imaginan la trascendencia que tiene la Sudamericana, es una vitrina para vender jugadores en el exterior.
La misión de Páez no ha sido fácil. Sin embargo ha aguantado la presión de la prensa y del público, convencido de que su labor es la mejor. El galeno, además de encontrar los once jugadores ideales, cuanta con un grupo de suplentes de gran condición: Carlos Preciado, Wilson Carpintero, José Luis Tancredi (uruguayo), Elkin Blanco, Omar Vásquez y Ronald Vásquez están listos a aportar, por consiguiente, la nómina de Millos no es de medio pelo, como se ha querido hacer ver.
Levantar el máximo trofeo de la Copa Postobón (el 27 de octubre en El Campín), sería el abrebocas para que los directivos de Azul y Blanco comiencen a contactar refuerzos de postín para el 2012, en el que, según el proyecto, tendrán que ganar la estrella catorce en la Liga Postobón, que les ha sido esquiva desde 1988.
El ‘Proceso Páez’ tiene muchas raíces y se está consolidando con el trascurrir de los partidos. Quienes en algún momento pensaron en relevarlo y entregarle el equipo al ingeniero Javier Ignacio Álvarez (gerente deportivo), tendrán en un futuro que pensarlo más de una vez. Álvarez desde hace tiempos no dirige y aventurarse a cambiar a Richard Páez sería comenzar de cero… Javier Álvarez tiene su propio estilo y sería peligroso hacer un cambio extremo.
Cada vez que Millonarios pierde o empata sale a relucir el nombre de Javier Álvarez, como pasó en el 3-0 que les aplicó el Deportes Quindío, donde a Richard Páez se le fueron las luces utilizando ocho jugadores que no han tenido continuidad. Páez reconoció el desacierto y prometió no volver a cometer esas locuras.
A Richard Páez lo tiene firme en Millonarios la victoria 1-0 sobre Chicó en la finalísima de la Copa Postobón. Un resultado diferente lo tendría en la cuerda floja. Lo único cierto a estas alturas es que Richard Páez tiene soñando a los aficionados con la vuelta olímpica en la Copa Postobón y con clasificar entre los ocho de la Liga Postobón II.
Todo lo que se diga a partir de allí, es puro cuento… los resultados son los que mandan y Richard Páez los está logrando.