Al menos 31 personas murieron y otros centenares resultaron heridas este viernes cuando una manifestación pacífica contra la presencia en la ciudad de milicias terminó en enfrentamientos armados en Trípoli, donde la población está exasperada por los combates entre grupos armados.
El gobierno pidió un alto el fuego entre esos grupos, creados durante la revolución contra Muamar Gadafi en 2011 y que las autoridades son incapaces de controlar por falta de una policía y de un ejército profesionales.
El balance es actualmente de 31 muertos y 285 heridos", dijo el ministro de Salud Nuredin Doghman, sin distinguir entre los manifestantes muertos a manos de la milicia Gharghur y las personas que fallecieron en el ataque posterior a su cuartel general.
A primeras horas de la tarde, centenares de manifestantes se acercaron al cuartel general de una milicia formada con hombres de Misrata (una ciudad del este) pero llamada Gharghur porque tiene su sede en este barrio de Trípoli.
Algunos milicianos lanzaron disparos al aire para intentar dispersarlos pero, como se negaban a hacerlo, abrieron fuego contra ellos, constató la AFP.
Como represalia, por la noche hombres armados a bordo de camionetas descubiertas con cañones antiaéreos asaltaron e incendiaron el cuartel general de la milicia.
Entre las 2H00 y las 04H00 (GMT+2) se escucharon explosiones y disparos esporádicos en varios barrios de la capital, después de la llegada de "refuerzos" de Misrata, según testigos.
"Pedimos a todas las facciones armadas un alto el fuego para que el gobierno pueda [...] restablecer la calma en la capital", indicó un comunicado.
El primer ministro dijo en un comunicado que "la manifestación era pacífica y dispararon contra ella cuando entró en Gharghur", rectificando sus declaraciones anteriores en las que había hablado de "manifestantes armados".
Según Sadat al Badri, presidente del consejo local de Trípoli, el equivalente del ayuntamiento de la ciudad, los manifestantes era pacíficos y los disparos vinieron de dentro del cuartel de la milicia.
"Vamos a anunciar una huelga general y vamos a entrar en desobediencia civil hasta que se vayan las milicias", dijo Badri.
"¡No a las milicias!"
Los imanes de la ciudad habían pedido a los habitantes de la capital libia que se manifestaran contra las milicias, haciéndose eco de los llamamientos del muftí (principal autoridad religiosa del país) y del consejo local.
Entonando el himno nacional, los manifestantes se dirigieron al barrio de Gharghur, donde se encuentran varias milicias de Misrata.
"¡No a las milicias!", "¡Sí a la policía y al ejército!" se podía leer en las pancartas de la manifestación, muestra de la exasperación de la población frente a los abusos y la impunidad de estos grupos armados.
La manifestación era una reacción a los enfrentamientos armados entre milicias del jueves por la noche que causaron dos muertos y una treintena de heridos en el centro de Trípoli.
Dos años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, con la ayuda de países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, las autoridades libias de transición todavía no han logrado controlar a las milicias armadas.
Tras la caída de Gadafi, el gobierno libio usó a las milicias, entre ellas varios grupos islamistas, para intentar garantizar la seguridad del país. Pero el plan de integración de estos jóvenes en las fuerzas regulares fracasó tras el rechazo de la mayoría de ellos de ser reclutados individualmente.
El Congreso General Nacional (CGN), la máxima autoridad del país, decidió el año pasado evacuar a las milicias de la capital, una medida que nunca se aplicó./AFP