En la página 105 del libro “Los documentos de las Farc”, publicado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, encontramos el siguiente punto clave del llamado “memorando de entendimiento sobre las relaciones que mantienen las Farc y el gobierno venezolano”: “Proyecto de fronteras: Primero: disminuir y erradicar en el corto y mediano plazo los secuestros y cobros de vacunas”. Se pregunta el analista Alejandro Ramírez ¿Cuál será el mediano plazo de los camaradas venezolanos y las Farc, transcurridos ya once años de la suscripción de dicho memorando?
¿A qué fueron? El barquero se pregunta: ¿A qué fueron a Venezuela los ministros de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín?
¿Conocerán el precitado documento en el que se afirma que quien le habla al oído a Chávez es Fidel Castro? ¿Por qué en lugar de ir a Venezuela, la flamante Canciller y el nuevo Mindefensa no se trasladaron más bien a La Habana, Cuba? ¿Estará Chávez dispuesto a asumir el riesgo político de mantener secuestrada en suelo venezolano, por sus colegas de las Farc, a la niña Nohora Valentina Muñoz, hija del alcalde del alcalde de Fortul?
Hagamos historia. Recordemos que estas andanzas con las Farc se mantienen desde el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que según los mismos archivos de la guerrilla, más conocidos como el “dossier de Raúl Reyes”, en su página 70, se describe cómo los subversivos les solicitaron al entonces presidente Pérez y al ex presidente Jimmy Carter que actuaran como mediadores en posibles negociaciones con el gobierno colombiano, a lo cual accedió CAP, obteniendo como resultado utilizar a Caracas a manera de sede de las reuniones entre el gobierno colombiano y la Coordinadora Nacional Guerrillera.
De Venezuela a México. Lo anterior les sirvió a las partes negociadoras como puente para llegar a México a las conversaciones de Tlaxcala, que se suspendieron abruptamente por el aleve asesinato del ex ministro Angelino Durán Quintero, lo que se tradujo en los últimos diálogos de Serpa con Alfonso Cano, cuando el ahora gobernador de Santander le dijo al comandante guerrillero: “dentro de cinco mil muertos nos encontramos”.
Plataforma internacional. Rememoremos también que Ciudad de México sirvió como “centro administrativo” de la actividad internacional de las Farc, capital federal en la que tienen eco los planteamientos de la ex senadora Piedad Córdoba.
El barquero recuerda que la denuncia del entonces embajador en la capital azteca, Luis Ignacio Guzmán Ramírez, le costó el puesto, pues al mismo presidente Uribe ya lo tenían convencido y la canciller Barco lo denunció ante la Procuraduría por entorpecer, supuestamente, las relaciones internacionales de Colombia con países amigos.
El anterior panorama aquí resumido sirve para significar que todos los gobiernos han tenido relaciones con las Farc, dándole toda la relevancia internacional a sus actos.