La campaña presidencial chilena comenzó a tomar tempraneramente ritmo luego de que el viernes pasado ladirectora ejecutiva de ONU Mujeres, la ex presidenta austral Michelle Bachelet, renunció a su alto cargo en el ente multilateral y anunció su regresó a Santiago, en donde de inmediato se relacionó la dimisión con una clara intención de postularse en las próximas elecciones para Jefe de Estado.
El reingreso de la exmandataria a la política local chilena estaba más que cantado, pues al terminar su mandato en 2010 salió con altos índices de popularidad y desde entonces se ha mantenido arriba en las encuestas.
Los chilenos irán a las urnas en noviembre próximo y es seguro que Bachelet será la carta que la centro izquierda se jugará para recuperar el poder, que en 2010 quedó en cabeza de la derecha con el hoy jefe de Estado Sebastián Piñera.
Éste último, pese a tener una buena calificación en su gestión, no será candidato toda vez que la constitución del país austral no contempla la posibilidad de reelección inmediata. Ello indica, entonces, que la centro derecha tendrá que escoger un candidato de quilates para competir con la exmandataria.