La organización Human Rights Watch (HRW) afirmó que Brasil, Argentina y Uruguay tienen "el deber" de abordar los "graves problemas de derechos humanos" en Venezuela, a la luz de los reglamentos del Mercosur para defender los derechos humanos.
En una carta enviada a los presidentes de los tres países, el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, señaló que los miembros del Mercosur tienen "una oportunidad importante, y también el deber, de abordar seriamente ante el gobierno de Venezuela estos graves problemas de derechos humanos".
Si "ignoran su compromiso de proteger y promover derechos fundamentales y el respeto por las instituciones democráticas, enviarán el lamentable mensaje de que los compromisos internacionales reflejados en el Protocolo de Asunción son simplemente letra muerta", dijo Vivanco, en referencia al protocolo para los Derechos Humanos adoptado en 2005 por el bloque.
El ingreso de Venezuela se concretó el martes pasado en una cumbre del bloque en Brasilia.
Venezuela buscaba desde hacía años su ingreso al Mercosur, pero éste fue frenado por el Senado paraguayo. Su entrada se materializó finalmente luego de la suspensión temporal de Paraguay tras la destitución del Congreso en un juicio sumario del presidente Fernando Lugo, hecho condenado en la región.
Vivanco afirmó que el gobierno del presidente Hugo Chávez "ha concentrado el poder en el Ejecutivo, socavando deliberadamente la independencia de las demás instituciones democráticas y eliminando controles esenciales al uso arbitrario y abusivo del poder estatal".
La acumulación de poder de Chávez le ha dado "vía libre para intimidar, censurar e investigar penalmente a venezolanos que critican al presidente", entre ellos jueces, periodistas y activistas de derechos humanos, subrayó.
Chávez y sus partidarios en el Congreso "han conseguido debilitar la libertad de expresión a través de diversas leyes y políticas", dijo Vivanco en sus cartas a la brasileña Dilma Rousseff, la argentina Cristina Kirchner y el uruguayo José Mujica.
La organización estadounidense divulgó en julio un informe sobre Venezuela, en el que advirtió de serios desafíos a los derechos humanos en el país, un texto rechazado como "inaceptable" por la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega.
Chávez repudia los documentos de HRW, y expulsó en 2008 a Vivanco cuando presentaba en Caracas un informe, acusándolo de inmiscuirse en asuntos internos del país.