Bajo el impacto de temores crecientes sobre la economía mundial y de las dudas sobre la capacidad de financiación de los bancos, las Bolsas europeas extendieron ayer sus pérdidas, con caídas entre 2 y 3 por ciento.

La más afectada volvió a ser la Bolsa de Milán, cuyo índice FTSE Mib cedió 2,46 por ciento, después de haber llegado a perder más de 3 por ciento en el transcurso de la sesión.

En Francfort, el Dax retrocedió otro 2,19 por ciento, y acumula pérdidas de 23,5 por ciento en lo que va del mes de agosto. Además, Madrid cayó 2,11 por ciento, París 1,92 por ciento, Londres 1,01 por ciento y Lisboa 0,30 por ciento.

En América, la Bolsa de Nueva York terminó en neta bajo luego de una sesión vacilante por los temores sobre el crecimiento y al hundimiento del título Hewlett-Packard: el Dow Jones perdió 1.57 por ciento y el Nasdaq 1.62 por ciento.

La tendencia también había sido a la baja en los mercados de Asia, donde la bolsa de Tokio perdió este viernes 2,51 por ciento, la de Hong Kong 3,08 por ciento, la de Seúl 6,22 por ciento y la de Sidney cayó 3,51 por ciento.

En este contexto y ante la ausencia de nuevos datos que puedan cambiar la tendencia, el oro -valor refugio por excelencia en tiempos de crisis- siguió batiendo récords al alza. El precio de la onza tocó los 1.867,95 dólares hacia las 07H45 GMT en el London Bullion Market.

De acuerdo con el analista de CMC Markets, Michael Hewson, "los temores a una recesión mundial se incrementaron estos últimos días tras la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento y ante la impotencia de los dirigentes para hacer frente a la crisis actual, tanto en Europa como en Estados Unidos”.