Luego de que la enfermedad de la pudrición de cogollo afectara 35 mil hectáreas en Tumaco y destruyera otras 15 mil en Puerto Wilches, el sector palmero aumentó sus inversiones en investigación y tecnología, lo que les permitirá mejorar las plantas con calidades resistentes y con una mayor producción para exportar.
Así lo afirmó el director Ejecutivo de Cenipalma José Ignacio Sáenz en el marco del XI Congreso Nacional de Cultivadores de Palma, donde además indicó que esperan un aumento en la inversión gracias a que la producción este año se ha ido recuperando.
Para Sáenz, el tener unas plantas de mejor calidad y resistentes a las enfermedades se traduce en mejores ingresos para el país y para los productores. Así mismo, abre oportunidades para nuevas opciones de productos provenientes de la palma.
Según Sáenz, el año pasado se destinaron 14 mil millones de pesos para la investigación con recursos del Fondo de Fomento Palmero. “Estos dineros son un aporte de los palmicultores, quienes dejan el 1,5 por ciento de sus ingresos a la optimización de sus cultivos”, dijo.
A estos recursos se suman los del Gobierno Nacional a través del Ministerio de Agricultura y los provenientes de Colciencias y el SENA, que en 2011 llegaron a 5 mil millones de pesos.
De acuerdo con el directivo de Cenipalma, las inversiones del Gobierno, Colciencias y el SENA se dan por medio de convocatorias en las que participan varios sectores de la agricultura nacional bajo las mismas condiciones.
“Para este año el sector palmero presentó ocho proyectos a Colciencias, de los cuales uno por 5 mil millones de dólares ya está entre los finalistas”, informó Sáenz.
El proyecto finalista tiene que ver con la eficiencia energética dentro de las plantas, es un convenio con la UNAD y Fedepalma que busca optimizar la palma y sus productos por medio de la utilización energética de la palma y mejorar los siglos de vida de las plantas.
La investigación se haría a cinco años y beneficiaría a las cuatro zonas palmeras del país (Magdalena Medio, Llanos Orientales, Costa Atlántica y Tumaco) de acuerdo con las necesidades de cada uno de los sectores.
De otro lado, Cenipalma avanza en investigaciones científicas para mejorar la calidad de la palma de cara a los Tratados de Libre Comercio. Según Sáenz, están haciendo pruebas con plantas silvestres provenientes de Europa que han sido plantadas en Tumaco para comprobar si son resistentes a la enfermedad de la pudrición de cogollo.
Igualmente, están buscando nuevos materiales y estrategias con experiencia internacional para iniciar la clonación de plantas. “Nuestro gran sueño es traer una solución para acabar y proteger los cultivos de la enfermedad”, puntualizó Sáenz.
Para el directivo, el problema fitosanitario del sector es consecuencia de las fuertes lluvias que enfrenta el país y de algunas malas prácticas en los cultivos por parte de algunos productores.
Es por eso que, además de aumentar los presupuestos, es necesario reforzar el compromiso de los palmicultores para que adopten buenos procedimientos y se unan a la transferencia de tecnología y los programas de capacitación que impulsa la Federación Nacional de Cultivadores de Palma, Fedepalma.