Desde las obvias por fumar, pasando por consumir con pitillo una bebida e incluso envolver un regalo tienen consecuencias negativas que muchas personas desconocen
Por Álvaro E. Sánchez H*
Especial para EL NUEVO SIGLO
Existen tantos factores de destrucción de nuestro planeta que quizá no somos capaces de captarlos en su totalidad; son tantas las acciones que el ser humano realiza a diario, en una especie de suicidio colectivo, que por el hecho de repetirse día a día pasan desapercibidas y se convierten en parte del paisaje. Los demás seres humanos las aceptamos sin cuestionar el daño que realmente se está produciendo; de esta manera no solo hemos llegado al borde del abismo sino que parece que estamos dispuestos a dar un paso al frente.
En diferentes ocasiones he tocado el tema de los motivos por los cuales el ser humano actúa de manera irresponsable con respecto a un tema tan importante y permite el camino de la autodestrucción; estos asuntos pasan por la educación deficiente, por la desinformación que se tiene al respecto, por la indolencia y, en últimas, por la irresponsabilidad de quienes así actúan. Pero entre tantos seres humanos es notorio el movimiento de toma de conciencia en lo ambiental y todos deberíamos hacer un esfuerzo conjunto por reversar el daño causado. Es muy probable que eso sea totalmente imposible pero hay que tratar cuando menos de frenar el acabose en que estamos metidos.
Veamos algunas de esas pequeñas acciones que claramente perjudican la vida en el planeta y aprovechemos para hacer notar algunos mitos que se tejen al respecto:
El cigarrillo
Aun cuando hoy en día existe un importante movimiento contra el consumo de tabaco, hay también algunas permisividades con su uso en lugares abiertos, bajo la supuesta teoría de “los derechos del fumador”; sobre su consumo se dicen muchas cosas y se argumenta que los residuos sólidos producidos son inocuos. La realidad es muy diferente:
· El consumo de cigarrillos genera una cantidad muy importante de gases de efecto invernadero que son, además, de difícil disipación. Un fumador que consuma en promedio un paquete de cigarrillos al día genera una huella de carbono igual a quien mantiene un bombillo de 60w durante 24 horas.
· Los filtros de los cigarrillos comerciales tardan en degradarse en el suelo cerca de 60 años, ello hace que el daño causado a éste sea cada vez mayor y prácticamente irrecuperable.
· La mayoría de los cigarrillos contienen cadmio, éste es un metal pesado de alto impacto en la salud humana y su acumulación en el organismo es altamente tóxica.
· Además de lo anterior, el daño causado a la salud humana, no solo a los fumadores sino también a las personas que están en su entorno, es alto.
Los pitillos
Cuando cualquiera de nosotros llega a una cafetería o a un restaurante y pide una bebida, es casi seguro que ésta llega con un pitillo para su consumo; hice el ensayo de preguntar a quienes lo utilizan sobre el motivo para hacerlo y las respuestas pasan por la higiene, la costumbre, la comodidad y otras muchas. Ninguno de ellos hace algún análisis de los problemas que el uso de este utensilio conlleva:
· La inmensa mayoría de los pitillos comerciales son hechos en papel encerado o en plásticos de diferentes texturas, solo unos pocos son producidos de papel, básicamente porque son muy costosos y de difícil manejo.
· Los pitillos encerados tardan un promedio de 12 años en degradarse en el medio natural, los hechos de plásticos duran en ese proceso cerca de 25 años; en ambos casos la posibilidad de incineración está descartada por la producción de gases nocivos que conllevaría.
El análisis sobre la higiene debería hacerse en el contenido y el recipiente, si estos no están tratados en forma adecuada no habrá pitillo alguno que elimine el riesgo.
Los regalos
Combatir el consumo es una lucha prácticamente perdida, la probabilidad de lograr un grado adecuado de responsabilidad en un mundo consumista por excelencia es muy baja pero de cualquier manera es importante mitigar de alguna manera los impactos que dicho consumo genera. Normalmente tenemos fechas especiales en las que se suele entregar regalos a las personas cercanas: cumpleaños, navidad y fechas comerciales como los días de la madre, el padre y del amor y la amistad.
Con cada uno de estos regalos invertimos un consumo de papel para adornar el detalle entregado y pocas veces miramos las consecuencias que esto conlleva:
· Se calcula que el consumo en papeles para regalo en Colombia en 2013, significó el equivalente a la tala de mil novecientas treinta y dos hectáreas de reservas maderables; esto significa menos oxigeno libre y una mayor de gases de efecto invernadero ayudando al calentamiento global.
· El costo del papel utilizado en el mismo año hubiera permitido la inversión en el proceso de recuperación del rio Tunjuelo en Bogotá.
Cabría preguntarse ¿Fue necesario el consumo de ese papel? ¿El regalo es menos significativo si viene sin empaque? ¿Sería mal visto envolver los regalos en papel periódico o en papel reutilizado? Y en últimas ¿Sería mucho pedir que el papel no se destruya y así se pueda reutilizar o reciclar?
La energía
Un hecho demostrado es que no existen en el planeta energías limpias, quizá existan algunas con una capacidad de impactar el ambiente mayor que otras; pero decididamente ese no es el caso colombiano: acá se produce energía a partir de hidroeléctricas y de térmicas y en ambos casos los impactos son considerables.
En la mayoría de los edificios de oficinas de Bogotá, con mayor frecuencia en los que albergan oficinas públicas, se encuentran luces encendidas las 24 horas del día; también ocurre esto en las viviendas. En ellas ocurren otro tipo de fenómenos que incrementan el consumo energético con las correspondientes consecuencias:
· El planchar pieza por pieza de ropa: el consumo de una plancha está centrado en la producción de calor, de ésta manera el dejar que se enfrié y volverla a calentar aumenta el consumo.
· El sacar elemento por elemento de la nevera: el consumo energético se deriva de la necesidad de mantener la temperatura, el abrirla aumenta el consumo por la variación de temperatura y mientras más veces se realice la operación pues mayor será el consumo.
En otra ocasión podremos ahondar en el tema, entre tanto sería prudente comenzar a cambiar los hábitos de nuestro día a día.
* Director Maestría en "Gestión y evaluación ambiental". Escuela de Ingenierías. Universidad Sergio Arboleda. alsanchez2006@yahoo.es@alvaro080255