“Hasta el momento contamos con capacidad suficiente para el manejo de aguas del río Bogotá, pero en caso de aumentar los niveles estamos preparados para hacer el manejo hidráulico debido y mitigar el impacto de las inundaciones” sostuvo Álvaro Cruz, gobernador de Cundinamarca en su recorrido por el río Bogotá. 

En una inspección desde Alicachín, en Soacha, hasta la vereda San Francisco en Mosquera que limita con el sector de Fontibón y la Calle 13, el gobernador Cruz, en compañía del director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfonso Bejarano, tomó decisiones de ejecución inmediata para mejorar el manejo hidráulico del río Bogotá y evitar inundaciones en el Departamento y el Distrito.

En la visita, el mandatario identificó tres puntos críticos en los jarillones y solicitó a la CAR liderar labores de reforzamiento inmediato. Anunció, además, que fueron identificados tres puntos inundables de manera controlada, los cuales tienen capacidad de almacenar 3 millones de metros cúbicos de agua.

Como resultado de la visita, Cruz y expertos de su gabinete, analizaron si el sector donde se encuentra el colegio Marie Curie, que está por debajo de la cota más alta del río y en el nivel más bajo de Mosquera, podría convertirse en zona de inundación controlada debido a que este lugar cuenta con una capacidad de almacenamiento de 20 millones de metros cúbicos.

Durante la inspección al río Bogotá, Cruz le solicitó a la CAR que el Distrito de Riego La Ramada esté en su nivel más bajo para que ante cualquier eventualidad se puedan almacenar allí 10 millones de metros cúbicos de agua.

Así mismo, se revisaron las señales de control de alerta naranja en Gibraltar en lo referente a la apertura de las compuertas de Alicachín y se definieron tres alternativas para el manejo de las aguas que transitan por el río.

En caso de que los niveles del río lleguen sistemas de alerta naranja,  se abrirán las compuertas que permiten el paso de 200 metros cúbicos de agua por segundo; se bombearán las aguas al sector del Embalse del Muña en un promedio de 35 metros cúbicos de agua por segundo y finalmente se pondrá en funcionamiento el sistema de generación de energía de Charquito que puede movilizar algo más de 30 metros cúbicos de agua por segundo, señaló el mandatario de los cundinamarqueses.

Alerta

Bejarano, aseguró que hay una alerta preventiva en la Sabana de Bogotá ante el incremento de las lluvias en los últimos días y el aumento del caudal del rio Bogotá.

"Tenemos unas aéreas bajas e inundables y se ha sobrepasado el histórico de las lluvias, los niveles del rio Bogotá han crecido aproximadamente un metro", manifestó Bejarano.

El funcionario explicó que la CAR tiene unos terrenos que se han adquirido como aéreas inundables para que de manera preventiva se activen cuando se presenten crecidas súbitas o inundaciones.

La CAR activo la línea 314 470 76 87 para que se reporten emergencia en la zona de Cundinamarca, especialmente para alertar sobre fisuras o riesgos en los jarillones.

Lluvias

Las precipitaciones dejan hasta este lunes 27.958 personas afectadas, 5.730 familias damnificadas, ocho fallecidos, tres desaparecidos y nueve heridos.

Las lluvias afectan a 25 departamentos y dejan 5.277 viviendas averiadas y 50 con destrucción total.

Hasta el momento, se presentan 62 vías afectadas, 19 deslizamientos, 77 inundaciones, 20 vendavales y tres tormentas eléctricas.

La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) aseguró que la última emergencia se presentó en Amazonas, con el desbordamiento del Río Amazonas y algunos de sus afluentes. En ese hecho resultaron afectadas 1.300 familias y 6.500 personas. Además, evacúan preventivamente 250 familias más.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) recomiendó activar los sistemas de alertas tempranas de los diferentes municipios y seguir las sugerencias de los comités locales de prevención y atención de desastres. El instituto también sugiere viajar o tomar carretera temprano, ya que en las tardes y noches la nubosidad, niebla o neblina reduce la visibilidad y las lluvias hace que las carreteras estén más lisas y sea más difícil conducir.