La recuperación del presidente, Juan Manuel Santos de su operación de cáncer de próstata sigue siendo satisfactoria, pero debe reducir su actividad física y evitar los viajes por al menos dos semanas más, informó este miércoles su equipo médico.

"El transcurso del postoperatorio ha sido absolutamente satisfactorio. La sonda uretral, que era lo que quedaba pendiente, le fue retirada", explicó el médico Felipe Gómez en un balance ofrecido a la prensa al cumplirse una semana de la intervención quirúrgica.

Santos, de 61 años, fue dado de alta el sábado tras serle extirpado un pequeño tumor cancerígeno en la próstata, del cual el presidente aseguró que está totalmente curado.

El mandatario retomó sus actividades de gobierno en la misma clínica recibiendo a colaboradores y manteniendo contactos telefónicos con líderes políticos internacionales, una actividad que continuó desde el lunes en su residencia oficial.

"Me tocó solicitarle que restringiera su desplazamiento, porque estaba exagerando un poco en su actividad física. Debe guardar algo de reposo para poder tener una recuperación adecuada", sostuvo el urólogo Gómez, responsable del equipo que llevó a cabo la cirugía.

El médico también recomendó a Santos que no se desplace en esta ocasión a la ciudad caribeña de Barranquilla (norte de Colombia) para asistir el viernes al partido entre las selecciones de Colombia y Paraguay por las eliminatorias suramericanas al Mundial de Brasil-2014.

El presidente "debe estar restringido en cuanto a viajes prolongados al menos por dos semanas más, completando tres semanas. Y al cabo de las tres semanas espero que ya pueda reincorporarse en forma completa a todas sus actividades", señaló Gómez.

El gobierno de Colombia tiene previsto iniciar en los próximos días los diálogos de paz con la guerrilla comunista FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) con un primer evento en Oslo (Noruega) al cual nunca estuvo previsto que acudiese el presidente.

Santos, quien fue operado bajo anestesia local sin delegar sus funciones, es el quinto presidente o expresidente latinoamericano que ha enfermado de cáncer en los años recientes.

Los otros han sido los brasileños Dilma Rousseff y Luiz Inacio Lula da Silva, el paraguayo Fernando Lugo y el venezolano Hugo Chávez.