¿A qué va hoy el presidente Santos a Cuba? Esta es la pregunta del billón de dólares. Hagamos un poco de historia:
Hace un mes el ex presidente Pastrana dijo que hay que hacer la paz, pero en el exterior. Inmediatamente, Santos respondió que él tenía (y tiene) las llaves de la paz. Vinieron luego los comunicados de “Timochenko”. Cero y van tres. En uno de ellos le entrega el manejo de los militares y policías secuestrados a Marleny Orjuela y a Piedad Córdoba, quienes ejecutan un trabajo desde la Fundación Café País” que orienta el ex presidente Samper.
Sin pañales. El presidente Santos no en vano viaja a Cuba. No lleva pañales para sus homólogos Castro y Chávez. Va en una misión específica que le quita el sueño: la esquiva paz para su país. Quiere pasar a la historia como el hombre que recuperó la polémica “Agenda del Caguán”, interrumpida abruptamente el 20 de febrero de 2002 por cuenta del secuestro de que fue víctima, en pleno vuelo comercial, el parlamentario Jorge Eduardo Gechem Turbay, actual aspirante a la Presidencia del Senado de la República.
La oportunidad. Santos aprovecha la oportunidad que tiene su homólogo Chávez de recibir un tanque de oxígeno para darle un respiro a su nueva candidatura, seriamente amenazada por el joven candidato Capriles, que viene ascendiendo de manera vertiginosa en los índices de aceptación de los venezolanos. Y qué mejor para Chávez que aparecer como el gestor de la paz para Colombia, apaciguando a sus camaradas “farianos” que hacen de las suyas en territorio de Venezuela, donde campean el secuestro, la extorsión y el boleteo.
La Cumbre. El otro escenario es la llamada Cumbre de las Américas a realizarse el próximo abril en Cartagena, en donde aparecerían el presidente Chávez, los hermanos Fidel y Raúl Castro y el presidente Santos, todos ellos con el aval del presidente Obama, si es que acepta.
Recordemos que el inquilino de la Casa Blanca es el actual premio Nobel de Paz. Y que, según los allegados al presidente Santos, no se negaría a ser el protagonista mayor de un mensaje a la comunidad internacional, en donde las Farc, con “Timochenko” y los buenos oficios del embajador en Cuba Gustavo Bell (ex vicepresidente de Pastrana), le enviarían al unísono un mensaje de paz para Colombia.
Los esfuerzos. Santos quiere apaciguar a Obama aprovechando la oportunidad que tiene de brindarle la ocasión de sacar la bandera de la paz en medio de las elecciones presidenciales en su país. Asesores de la Casa Blanca miran con preocupación tales acercamientos, puesto que de aparecer en la foto con los Castro ello sería funesto para su reelección porque pondría en su contra al exilio cubano.
En este escenario se mueve Santos y vaticinamos que la diplomacia secreta insinuada por Pastrana le daría resultados al Presidente que está en picada en las encuestas.