Mayor déficit no será financiado con deuda | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Diciembre de 2014

El gobierno anunció que el incremento en el déficit no será financiado con mayor deuda local. Esta decisión que ya contempla el Plan Financiero de 2015 se debe ante la flexibilidad otorgada por los canjes realizados este año y, de hecho, la emisión total de Títulos de Tesorería, TES, será menor si se compara con la estipulada en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, MFMP (31.8 billones de pesos contra 34.5 billones de pesos del año anterior).

Por el contrario, el Gobierno va a emitir 2.500  millones de dólares en bonos en los mercados internacionales, además de los 1.000 millones de dólares que fueron emitidos en octubre pasado, como parte de la prefinanciación para 2015.

De acuerdo con la firma Credicorp Capital, se destaca que, en términos netos, el monto total del endeudamiento previsto para 2015 no se incrementó frente al establecido en el MFMP.

De acuerdo con el Plan Financiero publicado, el déficit fiscal efectivo esperado para el Gobierno Central (GNC) es de 2.8% del PIB, cifra que contrasta con el 2.4% del PIB pronosticado en el MFMP publicado en junio de este año.

Menos emisiones

Indican los investigadores de Credicorp Capital que “a pesar de un mayor déficit fiscal para 2015, se destaca que el Plan Financiero trae consigo una reducción de las emisiones de TES a través de subastas, las cuales pasan de 23.7 billones de pesos establecidos en el MFMP a 22.7 billones de pesos actualmente, lo que se explica principalmente por el ahorro sobre el servicio de la deuda proveniente del canje realizado recientemente con el mercado y el Tesoro Nacional”.

En general, las emisiones totales de TES bajarán a 31.8 billones de pesos en el mercado local (incluyendo las operaciones con entidades públicas). Con estas cifras, el mercado va a recibir un flujo neto de 500 mil millones de pesos, por lo cual, el rollover será inferior al 100%.

De esta manera, el Gobierno anunció un monto menor de endeudamiento en aproximadamente 1 billón de pesos en relación con lo estimado en el MFMP (43.5 billones de pesos contra 44.5 billones de pesos), a pesar de un mayor déficit fiscal esperado.

Esto es el resultado de los canjes de deuda realizados recientemente, que implicaron una reducción de cerca de 3,5 billones de pesos en amortizaciones para el próximo año.

Prefinanciación

“Igualmente, la prefinanciación a través de la emisión de 1.000 millones de dólares en los mercados internacionales en octubre pasado, ha contribuido a reducir las necesidades de endeudamiento en 2015. Ahora, si incluimos esta emisión de 1.000 millones de dólares en el extranjero como parte de la financiación para 2015 (recursos disponibles actualmente en caja), las necesidades totales de endeudamiento serían similares a las presentadas en el MFMP”, aseguran los expertos.

De acuerdo con lo anterior, los analistas de la firma consideran que la actualización del Plan Financiero para 2015 es favorable, en la medida en que una mayor emisión de deuda local se constituía como el riesgo principal en medio de un contexto complejo causado por unos menores precios del petróleo.

“En general, los anuncios estuvieron en línea con nuestras expectativas. Ahora seguimos creyendo que un canje de deuda será considerado durante el próximo año, debido a que hay vencimientos de TES durante los próximos 18 meses por 37 billones de pesos, así: 6,1 billones de pesos en febrero de 2015, 10 billones de pesos en octubre del mismo año, y de 21 billones de pesos en junio de 2016. Por lo tanto, lo más probable es que el Gobierno considere la posibilidad de liberar presiones en caja, así como mejorar su perfil de vencimientos para 2015, con el fin de incrementar su flexibilidad”, aseguran los analistas.

Regla fiscal

Un mayor déficit esperado es consistente con la regla fiscal, en la medida que ésta permite una mayor desviación del déficit observado con respecto al déficit estructural, en el caso en que al menos una de las dos variables relevantes dentro de la regla (los precios del petróleo y el crecimiento del PIB) diverjan de su tendencia de largo plazo.

De hecho, el Gobierno anunció que las cuentas fiscales revisadas para el 2015 se fundamentan sobre un precio del petróleo de 48 dólares y un crecimiento del PIB de 4.2%, muy por debajo de los pronósticos anteriores de 98 dólares y 4.8%, respectivamente.

Impacto petrolero

Por lo tanto, un precio del petróleo que estaría 50 dólares por debajo del precio de largo plazo estipulado por el comité técnico de la regla fiscal y un crecimiento del PIB inferior en 0.6 puntos porcentuales al crecimiento potencial estimado, conceden un espacio adicional al Gobierno para un mayor déficit fiscal.

De otro lado, hacia el mediano plazo, el ajuste necesario sobre las cuentas fiscales de cara al 2016 puede ser significativo, lo que implicaría que 2015 podría ser un año de transición.

Por lo tanto, se considera que existe una alta probabilidad de que, dado el cambio estructural de los precios del petróleo, el comité técnico reduzca su pronóstico de largo plazo de esta variable, creando la necesidad de un ajuste estructural en las cuentas fiscales.

De esta manera, una revisión a la baja del precio del petróleo de largo plazo eliminaría las desviaciones cíclicas sobre esta variable y, por lo tanto, el déficit observado tendría que coincidir con el objetivo estructural (en ausencia de una fuerte desaceleración de la actividad económica).

Por lo tanto, una posible reducción del precio del petróleo de largo plazo requeriría un aumento estructural de los ingresos del Gobierno y/o una reducción del gasto público.

Reforma tributaria

“Ahora, a pesar de que una combinación de estas alternativas sería bastante probable, se debe reconocer que las fuertes presiones sobre el gasto público en Colombia limitarán cualquier tipo de reducción estructural. Es por ello que consideramos una nueva reforma tributaria (esta vez de carácter estructural) en 2015 como el escenario más probable (de hecho, la nueva ley de impuestos crea una comisión integrada por expertos jurídicos para analizar el Estatuto Tributario, con el fin de proponer reformas).

Sin duda alguna, la magnitud del ajuste dependerá principalmente de la evolución de los precios del petróleo. Del mismo modo, al esperarse un déficit más amplio en 2015, el ajuste necesario en el año 2016 (cuando las estimaciones a largo plazo de los precios del petróleo sean reducidas) será mucho más exigente.

Por otro lado cabe resaltar la reforma tributaria aprobada por el Congreso la semana pasada se convirtió en Ley el 23 de diciembre pasado, después de haber sido firmada por el presidente Juan Manuel Santos.

El incremento previsto en el recaudo de impuestos generado por la reforma representa aproximadamente el 1.8% del PIB (12.5 billones de pesos equivalentes a 5.500 millones de dólares).

Mayores necesidades

Cabe recordar que la necesidad de una nueva reforma tributaria es el resultado de mayores necesidades de gasto para los próximos años, especialmente dirigidos a programas sociales y de inversión, y una producción de petróleo esperada que será menor para los próximos diez años, en medio de unos menores precios del crudo.

El núcleo de la reforma tributaria incluye que la tasa máxima del impuesto a la riqueza para las compañías (la tasa que se les cobra a las empresas con un patrimonio superior a los 5.000 millones de pesos) será de 1.15% en el 2015, 1.0% en el 2016, 0.4% en el 2017 y de 0% en el 2018, de modo que dicho impuesto desaparecerá en cuatro años.

Los impuestos

Esto contrasta con la tasa fija de 1.5% entre 2015 y 2018 de la propuesta inicial. Por lo tanto vale la pena mencionar que el impuesto total sobre la riqueza en los próximos cuatro años para las grandes empresas será de 2.55%, significativamente inferior al 6% observado entre 2011 y 2014.

El impuesto a la riqueza aplicará para compañías con patrimonios superiores a los 1.000 millones de pesos (476.000 dólares), mientras que la inversión en acciones de empresas colombianas seguirá siendo deducible. Finalmente, el impuesto a la riqueza se aplicará bajo un esquema de tasas marginales.

También incluye que la tasa máxima del impuesto a la riqueza de los individuos será del 1.5% por año hasta 2018. En el caso de las personas con patrimonios netos entre 1.000 millones de pesos y 2.000 millones de pesos, la tasa se redujo de 0.25% a 0.125%.

La inversión en acciones de empresas colombianas seguirá siendo deducible. Al mismo tiempo, el valor de la vivienda de los individuos (345 millones de pesos) también será deducible.

Explica la reforma que para compensar unos menores ingresos del Gobierno provenientes del impuesto a la riqueza en comparación con la propuesta inicial, la reforma incluye una creciente sobretasa en el CREE (impuesto sobre la renta para efectos prácticos) para los próximos cuatro años, que aplicará para compañías con utilidades anuales superiores a 800 millones de pesos (381.000 dólares): 5% en 2015, 6% en 2016, 8% en 2017 y 9% en 2018. La sobretasa será calculada sobre las utilidades que excedan los 800 millones de pesos. En general, la tasa efectiva del impuesto a la renta (actualmente en el 34%) llegará a una cifra de 43% en 2018 para las grandes compañías.

Además y como se esperaba, la reforma incorpora la extensión del impuesto a las transacciones financieras (4x1000) hasta 2018.

Asimismo, la reforma fomenta la declaración de activos omitidos tanto a nivel local como en el extranjero. Por lo tanto, la propuesta establece un impuesto complementario a la riqueza del 10% para las personas que declaran sus activos en 2015, 11,5% en 2016 y 13% en 2017.

Al mismo tiempo habrá una sanción penal para las personas que no declaren activos superiores a los 8.000 millones de pesos (3,8 millones de dólares).

Además, la nueva ley crea una comisión integrada por expertos para analizar el Estatuto Tributario con el fin de proponer reformas para combatir la evasión y la elusión fiscal, además de estructurarlo de una manera más eficiente y equitativa. Esto es consistente con la visión de los analistas sobre la necesidad de una reforma estructural en los próximos años.